Las personas con una disminución de la visión en ambos ojos hacen menos actividad física que aquellas sin trastornos visuales, señala un nuevo estudio.
Esto no sorprende, pero uno de los autores dijo que recuerda la importancia de ayudar a que las personas con disminución visual recuperen el nivel de actividad física de manera segura. El estudio no aclara si la pérdida visual induce la disminución de la actividad física o viceversa.
La doctora Pradeep Ramulu, autora principal del estudio, consideró viable que podría funcionar en ambos sentidos, pero «la respuesta estaría en las caídas o el temor a caerse» porque las personas con mala visión son más propensas a tener caídas.
Con su equipo leyó en un estudio previo que esas personas empiezan a manejar cada vez menos y quiso determinar si también se movían menos. Entonces, el equipo analizó datos de una encuesta nacional sobre la salud y el estilo de vida de los mayores de 40 años.
A más de 1400 participantes también se les realizaron exámenes del campo visual y se les proporcionó un podómetro para determinar cuántos pasos daban por día.
La disminución visual por enfermedades como el glaucoma o la degeneración macular achica el campo visual. Pero éste es otro tipo de alteración que nubla la visión y se puede corregir con anteojos.
Los CDC estiman que 1,8 millones de estadounidenses padecen pérdida visual por degeneración macular, que 2,2 millones la padecen por glaucoma, y que 20 millones tienen cataratas.
En el estudio, publicado en Ophthalmology, el umbral de disminución visual lo determinaba la imposibilidad de ver por lo menos dos de 19 objetos ubicados en distintos puntos de la visión periférica.
El equipo halló que 88 personas tenían mala visión en un ojo y 59, en ambos ojos.
Los participantes con buena salud visual caminaban 9700 pasos por día y hacían unos 20 minutos de ejercicio moderado o intenso. En tanto, aquellos con disminución visual daban 8000 pasos diarios y ejercitaban unos 15 minutos.
Las personas con disminución visual en ambos ojos caminaban 6800 pasos diarios y ejercitaban 10 minutos.
Al considerar los factores que podrían influir en el nivel de ejercicio individual, como la edad y las enfermedades, el equipo observó que la disminución visual en ambos ojos estuvo asociada con un 17 por ciento menos de pasos diarios y un 30 por ciento menos de actividad física que en las personas sin trastornos visuales.
En cambio, las personas con mala visión en un solo ojo hacían tanta actividad física como aquellas sin problemas visuales.
«Hallamos que el impacto de la reducción visual era muy importante comparado con el de otras enfermedades», dijo Ramulu. Por ejemplo, halló que los diabéticos tenían el mismo nivel de disminución de la actividad física que las personas con mala salud visual en ambos ojos.