El riesgo de padecer depresión aumentaría en las personas con latidos cardíacos irregulares o arritmias, sugiere un estudio reciente realizado por la Dra. Renate B Schnabel del Department of General and Interventional Cardiology, University Heart Center Hamburg Eppendorf, en Hamburgo, Alemania.
Ese riesgo extra es pequeño, pero coincide con los estudios que habían asociado las cardiopatías con la depresión.
La fibrilación auricular es un tipo de arritmia que afecta a las cavidades superiores del corazón, tiene varias causas, como el infarto del miocardio, las infecciones y las enfermedades de las válvulas cardíacas.
La obesidad, la hipertensión, el colesterol elevado y la diabetes son factores de riesgo de la fibrilación auricular. Un estudio reveló que en el año 2010 se le diagnosticó la arritmia a casi cinco millones de estadounidenses y se proyectan 12 millones de nuevos casos anuales para el año 2030.
El equipo de la Dra. Schnabel, indagó si la depresión podría modificar el curso de la fibrilación auricular y las emociones de los pacientes sobre la enfermedad. Para eso, analizó datos de 10.000 adultos alemanes; de los cuales 309 tenían fibrilación auricular, compararon el nivel promedio de depresión de los participantes con y sin fibrilación auricular. La depresión se evaluó con una escala de cero a 27 puntos (cuanto más alto era el resultado, más grave era el trastorno).
Los pacientes con fibrilación auricular obtuvieron un valor promedio de cuatro puntos y aquellos sin la arritmia, de tres.
Una persona no advertiría la diferencia de un punto en el nivel de gravedad de la depresión y aclaró que el estudio no responde si una enfermedad provoca la otra o, simplemente, comparten alguna causa, el equipo halló que la diferencia observada en la gravedad de la depresión se debe principalmente a los síntomas físicos del trastorno, como las molestias y los dolores, que eran más intensos o comunes en los participantes con la arritmia.
Fuente: PLOS ONE