Aunque las bebidas deportivas y las energéticas se promueven de forma intensa para niños y adolescentes, la Academia Estadounidense de Pediatría, manifiesta alarma sobre estas bebidas para niños. El informe aparece en la edición del 30 de mayo de la revista Pediatrics.
Los niños pequeños y los adolescentes deben evitar esas bebidas completamente, así como el consumo rutinario de bebidas deportivas debe ser limitado, comenta la Dra. Marcie Beth Scheneider, especialista en nutrición de niños y adolescentes, de Greenwich, Connecticut, aclarando que hay lugar para las bebidas deportivas, pero es un lugar muy específico.
Las bebidas energéticas incluyen marcas populares y tienden a tener mucha cafeína, potencialmente varias veces el nivel de cafeína que se encuentra en una taza de café. Los fabricantes con frecuencia añaden azúcar y estimulantes herbales como la guaraná y la taurina a las bebidas, que son populares entre los niños.
La cafeína y los estimulantes herbales que se encuentran en las bebidas energéticas pueden ser peligrosos para los niños, algunas latas o botellas de bebidas energéticas pueden, de hecho, contener más de 500 mg de cafeína, equivalente a la cafeína de catorce botellas de refresco cafeinado, comenta la Dra. Schneider.
La cafeína de las bebidas energéticas puede llevar a hipertensión, una tasa cardiaca elevada e insomnio, advierte la Dra. Schneider. Los otros ingredientes pueden aumentar la potencia de la cafeína, las bebidas tendrán un efecto mayor sobre los niños, pues su peso y estatura es menor que los adultos. No es algo que deban beber.
La Dra. Schneider no identifica ninguna bebida energética que podría ser mejor que otras para los niños que insisten en beberlas. Si los niños usan bebidas energéticas porque están cansados, que descansen más en lugar de consumir cafeína.
Los fabricantes de Red Bull defienden su bebida, al decir que tiene más o menos la misma cafeína que una taza de café, y que incluye ingredientes que han sido declarados seguros por las autoridades sanitarias europeas. Sin embargo, los usuarios de bebidas energéticas podrían consumirlas con mayor rapidez que el café caliente, porque se sirven frías.
La Dra. Schneider y su equipo, señalan estadísticas que muestran que alrededor de la mitad de las 5,448 sobredosis de cafeína reportadas en el país en 2007 se dieron en personas menores de 19 años, aunque no se sabe cuántos de los casos fueron resultado del consumo de bebidas energéticas.
El estudio también reportó que muchos adolescentes consideran que las bebidas energéticas y las deportivas son intercambiables, y esto no es así.
Las bebidas deportivas como Gatorade, diseñadas para reemplazar el agua y los electrolitos que se pierden en el ejercicio, han estado disponibles durante décadas, aunque ahora hay una mayor selección de sabores y tipos. El informe las critica por contener demasiadas calorías y por aumentar potencialmente el riesgo de obesidad, aumento de peso y caries.
Los niños que realizan gran actividad aeróbica vigorosa se pueden beneficiar de las bebidas deportivas. Pero a los niños que se las envían como refrigerio con el almuerzo, sería mejor enfocarse a que beban agua.
Fuente: Pediatrics