Llega la primavera y con ella vuela el polen de flores y árboles que afecta a las personas sensibles, principalmente a nivel de ojos, ocasionando conjuntivitis primaveral, vías respiratorias altas, provocando rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno y vías respiratorias bajas, en forma de asma.
El Dr. Carlos León, alergólogo pediatra explica que en México en primavera se tiene principalmente polen de árboles como el fresno, el encino y un arbusto llamado trueno, entre otras plantas y flores.
La alergia es una reacción desproporcionada del sistema inmunológico ante determinada sustancia que recibe el nombre de alergeno. El organismo percibe esta sustancia como extraña y comienza crear anticuerpos para defenderse, de ahí que haya una mayor producción de un tipo específico de inmunoglobulinas llamadas IgE. Esto desencadena la liberación de otras sustancias responsables de los síntomas característicos de las alergias.
El Dr León comenta que a nivel de vías respiratorias altas, la alergia se manifiesta como “una gripe que dura semanas, cada vez peor, sin que mejore con tratamientos antigripales comunes”. En vías respiratorias bajas, las personas que sufren de asma, pueden tener una exacerbación en sus ataques.
A nivel de ojos la alergia se manifiesta como una inflamación de la capa que recubre al globo ocular y los párpados, llamada conjuntiva y ocasiona un enrojecimiento con lagrimeo que provoca picazón, sensación de cuerpo extraño e intolerancia a la luz intensa.
Las alergias de primavera son más comunes en personas que tienen antecedentes familiares del padecimiento y que viven en ambientes con altos niveles de contaminación. El nacer por cesárea es un factor predisponerte a desarrollar alergias. El Dr. León menciona que “cuando un niño nace por vía natural, en el canal del parto adquiere varias bacterias que le dan protección contra el desarrollo de alergias”, sin embargo el niño que nace por cesárea no pasa por la vagina materna que tiene bacterias que le permiten desarrollar una protección contra las alergias.
El diagnóstico de alergias primaverales se confirma mediante la realización de pruebas cutáneas a diferentes sustancias que comúnmente ocasionan alergias. El tratamiento incluye la administración de antihistamínicos por vía oral, antiinflamatorios locales y vacunas inyectadas 2 veces por semana durante uno a 3 años contra las sustancias a las cuales la persona es alérgica.
