Más de 170 países aprobaron en Seúl un acuerdo sobre un protocolo internacional de lucha contra el contrabando de tabaco que va a cambiar las cosas, indicó la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan.
El acuerdo apunta a armonizar la lucha contra el contrabando de cigarrillos que representa el 11% del mercado mundial y que cuesta a los estados no menos de 40.000 millones de dólares de impuestos no cobrados.
Para controlar mejor la circulación del tabaco y evitar que el contrabando de productos fabricados legalmente sea una fuente de abastecimiento del comercio ilícito, el protocolo acordado prevé un sistema global de seguimiento para los productos de tabaco a través de un sistema de etiquetas.
Según algunas ONG, son los propios fabricantes quienes alimentan las redes de contrabando para instalarse en los mercados de los países del tercer mundo, sólo 20 países no forman parte de la convención, incluyendo Estados Unidos, Argentina, Suiza, Indonesia y la República Checa.