El acné en adultos es más frecuente en mujeres, suele ser cíclico, muy ligado a la reaparición de imperfecciones recurrentes en el ciclo premenstrual. Las lesiones se localizan principalmente en la mandíbula y el mentón.
El acné en adultos es un problema multifactorial asociado a causas de tipo: hormonal, medicamentosa o por el uso de cosméticos comedogénicos. El tabaco y el estrés intensifican directamente la aparición de acné en adultos. El acné de los adultos es en mayor medida comedoniano (puntos negros), si bien se ven también algunas lesiones inflamatarios (granitos).
El acné tiene grandes consecuencias sobre el estado psicológico y la calidad de vida de quien lo padece, en la forma en que percibe su cuerpo y en sus relaciones con otras personas.
La recomendación para este tipo de acné tiene que ver en primer lugar con una limpieza profunda y adecuada con productos que no contengan jabón y que respeten el PH natural de la piel, proteger la piel del sol, no apretar los granitos y utilizar tratamientos médicos específicos para favorecer la renovación de la piel y evitar la obstrucción de los poros y así la reaparición de imperfecciones. Al elegir productos de tratamiento y de maquillaje (sobre todo bases de maquillaje) es importante que no contengan aceite sean no comedogénicos.