Un estudio realizado por el Dr. Pieter Cohen, de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston sobre los suplementos revela que la cantidad de cafeína en los suplementos alimenticios varía ampliamente y, a menudo, las etiquetas de los productos son imprecisas o no incluyen esa información.
Aunque las dosis de cafeína quizás no son un problema en sí, pueden tener algún efecto cuando se combinan las píldoras o los polvos con bebidas energéticas, café y otros productos ricos en cafeína.
Los consumidores realmente no tienen idea qué contienen los suplementos cuando los compran, aun cuando puedan leer las etiquetas cuidadosamente, comenta el Dr. Cohen, quien con su equipo analizó el contenido de cafeína de 31 suplementos alimenticios, todos contienen cafeína agregada o ingredientes vegetales con cafeína natural.
Once suplementos informaban que incluían ingredientes vegetales y ninguno contenía cafeína o, apenas, algunos rastros, según publica el equipo en la revista JAMA Internal Medicine.
Nueve de los 20 productos restantes tenían etiquetas con información precisa de su contenido de cafeína. Otros cinco incluían distinta cantidad de cafeína, mucho más alta o baja que la mencionada en la etiqueta. Los seis productos restantes no mencionaban en la etiqueta cuánta cafeína contenían, pero los análisis químicos revelaron que no era muy elevada (entre 210 y 310 mg por porción).
Una taza de café contiene unos 100 mg de cafeína. Demasiada cafeína, podría empujara a cualquiera al borde del precipicio a tener un ataque de pánico, las regulaciones sobre los suplementos son «inadecuadas», pero la Administración de Alimentos y Medicamentos de EUA, no está haciendo demasiado para implementar las normas vigentes.
Fuente: JAMA Internal Medicine.