Derivado de la soya reduce las «patas de gallo»

Entre los productos que se consumen están el aceite de soya, la harina de soya, galletas y hojuelas de soya, el yogur en base a soya, la leche de soya y el queso de soya, conocido como «tofu».

Un suplemento experimental derivado de la soya ayudaría a las mujeres posmenopáusicas a reducir las «patas de gallo».

Una empresa de Tokio, Otsuka Pharmaceutical, está desarrollando el suplemento SE5-OH, que contiene una sustancia llamada S-equol, que se produce con el fermento de la soya.

El cuerpo puede producir S-equol como un derivado de las isoflavonas de la soya, que son sustancias químicas estructuralmente similares al estrógeno.

El S-equol se adheriría a los receptores del estrógeno en las células del cuerpo con un leve efecto similar al del estrógeno.

Las células de la piel son algunas de las que contienen esos receptores y es posible que la reducción de los niveles de estrógeno en la posmenopausia favorezca el envejecimiento de la piel.

Entonces, el equipo del Drr- Ayuko Oyama dividió al azar en tres grupos a 101 japonesas posmenopáusicas: uno utilizó una dosis alta del suplemento (30 mg/día) durante 12 semanas; otro utilizó una dosis baja (10 mg), y el tercero recibió un placebo que sólo contenía almidón.

La producción natural de S-equol a partir del consumo de soya varía de persona a persona; por lo menos la mitad de la población carece de la flora intestinal necesaria y, por lo tanto, no pueden producirla, según explica el equipo de Oyama en la revista Menopause.

Ninguna participante podía producir la sustancia.

Al final, las usuarias del suplemento habían logrado una reducción de las patas de gallo, comparado con el grupo de control, según la observación del investigador que ignoraba qué mujeres habían utilizado el suplemento o el placebo.

ES un estudio muy interesante, comenta la Dra. Carolyn Jacob, directora de Chicago Cosmetic Surgery and Dermatology y miembro de la Academia Estadounidense de Dermatología.

La Dra. Jacob considera viable que el S-equol influya en las características de las patas de gallo. Opina que habría sido útil el análisis de biopsias de la piel para saber si la terapia pudo modificar el colágeno, que es la proteína que da elasticidad y firmeza a la piel.

Por ahora, existen otras formas de sobrellevar las patas de gallo. Una es convivir con ellas, pero la Dra. Jacob comenta que las mujeres que quieren algún tratamiento adicional como  Botox y Dysport, funcionan muy bien.


Fuente: Menopause

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