Las políticas escolares para que los padres sepan si sus hijos tienen sobrepeso u obesidad tendrían poco impacto en este problema de salud, según un estudio realizado en Estados Unidos. En la última década, casi todas las escuelas públicas de California reunieron información sobre la altura y el peso de los alumnos de quinto, séptimo y noveno grados, pero sólo algunas optaron por enviarles los resultados a los padres, de acuerdo al estudio realizado por la Dra. Kristine A. Madsen, de la University of California en San Francisco, una oportunidad única para evaluar el efecto de esa notificación. La Dra. Madsen halló que los hijos de los padres notificados no tendían a adelgazar más en el tiempo que los niños de los padres sin notificar. Los resultados, se publicaron en Archives of Pediatric & Adolescent Medicine, y sugieren que las autoridades escolares deben concentrarse en intervenciones con más impacto, como almuerzos escolares más saludables y mayor actividad física. El ejercicio es quizás la herramienta de salud pública más subutilizada. Instar a las escuelas a asegurarse de que el entorno esté respaldando la realización de actividad física, hacer que los padres conozcan que sus hijos tienen un peso no saludable puede tener algo de impacto.
Muy pocas cartas enviadas mencionaban las palabras «sobrepeso» u «obeso», solo hacían mención al «índice de masa corporal» (IMC) de los niños y algunos padres podrían no comprender.
Fuente: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine