Todos los niños, niñas y adolescentes, tienen derecho a : La vida, dignidad, libertad, identidad, integridad, imagen, salud, educación, recreación, descanso, cultura, y a ser tratado en igualdad de condiciones cualquiera sea su sexo, religión, condición social. Ser protegido respecto del abuso sexual, del abandono, de la prostitución, de todo trato discriminatorio, y de la explotación económica. A mantener los vínculos con los padres, abuelos y familiares. A recibir asistencia económica de su familia.
Padres y Madres deben: respetar al niño, niña y adolescente, alimentar, cuidar la salud y velar por la educación, la violencia doméstica hacia los niños comprende el maltrato infantil y el abuso sexual. Maltrato infantil: se define como toda acción u omisión intencional que provoque daño físico o psicológico en niños, niñas y adolescentes, practicada por los adultos encargados de su cuidado y desarrollo: padres, tíos, maestros, educadores, etc. El maltrato puede ser físico, psicológico o por negligencia. Físico: cualquier acción intencional que provoque daños físicos en el niño, sean estos visibles o no, como por ejemplo: quemaduras, golpes, pellizcos, fracturas, entre otras. Psicológico: es cualquier actitud que provoque en el niño o niña sentimientos de descalificación o humillación. Por negligencia: es la no protección del niño ante eventuales riesgos y la no atención de sus necesidades básicas cuando los padres o cuidadores están posibilitados para hacerlo. Abuso sexual: es el ejercicio abusivo de poder de un adulto hacia un niño que implica la satisfacción sexual de quien lo ejerce en detrimento y desconocimiento de la voluntad del niño. Otra forma de someter a los niños a situaciones de violencia es cuando estos son testigos de maltrato o abuso sexual hacia terceros. Se considera que las consecuencias son similares a las que experimentan los niños que viven la situación de violencia en forma directa.