Los expertos enfatizan que las epidemias de peste son un recuerdo de siglos pasados, pero siguen apareciendo casos aislados, incluso en Estados Unidos.
Según un informe gubernamental recién publicado, un trabajador de un laboratorio estadounidense murió por la peste en 2009, el primer caso de peste por una infección adquirida en laboratorio desde 1959, y la primera muerte conocida por una forma debilitada de la bacteria. El informe aparece en la edición de febrero de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report.
Los casos de peste no son sólo «inusuales», informa el Dr. Steven Hinrichs, presidente del departamento de patología y microbiología del Centro Médico de la Universidad de Nebraska en Omaha, sino que es inusual tener accidentes en los laboratorios, ya que hay menos de diez casos de accidentes de laboratorio que tengan que ver con enfermedades infecciosas al año.
La bacteria Yersinia pestis, causal de la peste, la portaban las pulgas de las ratas en la Edad Media, y dio lugar a la Muerte Negra, que acabó con un tercio de la población de Europa. El caso del empleado de laboratorio fue particularmente misterioso porque trabajaba con una cepa debilitada de la bacteria Yersinia pestis, que no se sabía que causaba daño a los humanos.
La mayoría de laboratorios que trabajan en ciencia básica siempre utilizan cepas debilitadas, lo que se considera como una forma más segura para realizar estos experimentos de investigación, en lugar de usar la cepa virulenta.
Según el informe, el trabajador de laboratorio, que tenía 60 años de edad, buscó ayuda médica por síntomas que podrían haber sido gripe, como fiebre, dolores musculares y tos, en septiembre de 2009.
No dio seguimiento a la consulta, y días más tarde, llegó a un hospital de Chicago en ambulancia. Sus síntomas habían empeorado, y se quejaba también de falta de aire, los médicos le administraron oxígeno, y al sospechar de una insuficiencia cardíaca, le prescribieron diuréticos. Al darse cuenta de que se trataba de una infección, también le administraron antibióticos. El paciente murió trece horas después de su ingreso al hospital.
Los investigadores encontraron rastros de bacterias a principios de la investigación, pero no pudieron confirmar que se trataba de Yersinia Pestis. Aunque parece claro que el hombre contrajo la infección en el laboratorio, las autoridades no están del todo seguras todavía de cómo lo hizo: podría haberla inhalado, o tal vez entró a través de una herida o lesión en la piel.
El hombre sufría de un trastorno sanguíneo subyacente llamado hemocromatosis, en que la sangre tiene demasiado hierro. Una vez que la bacteria entró al cuerpo del hombre, su exceso de hierro posiblemente volvió la bacteria más agresiva.
El problema de la hemocromatosis está bien descrito en la literatura. El enfoque sobre el hierro y su trastorno es en realidad un objetivo para el desarrollo de nuevos antibióticos para las personas con hemocromatosis que sufren infecciones, comenta el Dr. Hinrichs. Es muy probable que la afección contribuyera a su enfermedad y muerte.
Según las estadísticas, hay entre 10 y 15 casos aislados de peste cada año en EE. UU. la Organización Mundial de la Salud informa que hay entre mil y tres mil casos cada año en todo el mundo.
El informe más reciente reporta que el año pasado en Oregon dos miembros del mismo hogar contrajeron la peste, aparentemente a partir de pulgas que tenía su perro, fueron los dos únicos casos de peste en EE. UU. observados en 2010, ambos individuos se recuperaron.