Científicos de la Universidad de California, San Diego, utilizaron datos de dos investigaciones independientes, Descubriendo que las personas que poseen un gen asociado al alcoholismo tienden a crear vínculos y aquéllos que portan un gen responsable del metabolismo tienden a permanecer separados.
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), analizó los registros del Estudio Framingham del Corazón y el Estudio Nacional Longitudinal de Salud Adolescente,ambos estudios contienen tanto datos genéticos como información sobre los amigos de los participantes.
Los investigadores se concentraron en seis genes específicamente.
Con uno de éstos, llamado DRD2, que ha sido vinculado al alcoholismo, se encontraron varios grupos de amigos con el mismo marcador genético.
Y con el gen CYP2A6, que se sospecha juega un papel en el metabolismo de sustancias como la nicotina, se descubrió que las personas que lo tienen tienden a no acercarse entre sí. El gen CYP2A6 también ha sido vinculado a la apertura de un individuo a nuevas ideas y situaciones
Los científicos no saben cuál es la causa de eso, pero especulan que podría ser un mecanismo de defensa del organismo. Es la sensación que tenemos muchas veces de que alguien nos va a caer muy bien, o muy mal. A menudo tenemos esos instintos sobre la gente y no estamos seguros de dónde surgen
De acuerdo al profesor James Fowler, se han encontrado patrones genéticos similares entre parejas y también en individuos que evitan tener una potencial relación con personas susceptibles a las mismas enfermedades.
En la investigación, los científicos tomaron en cuenta varios factores como raza, ascendencia común y género, y aún así obtuvieron los mismos resultados.
Sin embargo, los resultados presentan varias salvedades. Por ejemplo, dice el profesor Fowler, los que poseen el gen DRD2 y gustan de consumir alcohol quizás han encontrado a la mayoría de sus amigos en un bar y eso podría explicar el vínculo genético.
Pero tal como explicó el profesor Fowler, los genes sí pueden explicar porqué a menudo -de forma instintiva- nos agrada o desagrada la gente que conocemos. Opina que entendiendo los genotipos que subyacen a la amistad ayudará a entender más sobre ese proceso
Los investigadores creen que el mecanismo de tener amigos con patrones genéticos similares podría ser beneficioso en términos evolutivos. Por ejemplo, si nuestros amigos son menos susceptibles a infecciones bacterianas, esto podría ser de beneficio para la salud del grupo porque no hay entre ellos ningún huésped de patógenos.
Tal como señala el investigador, estos resultados demuestran que la amistad, igual que el amor, es un proceso mucho más complejo de lo que creemos.