¿Sabían que hay casi el doble de suicidios cada año en los Estados Unidos, y más de 18,000 asesinatos? Estas estadísticas son importantes porque muchas personas no valoran las enfermedades psiquiátricas, tanto como las enfermedades del resto del cuerpo (las enfermedades cardiacas y el cáncer), con la falsa suposición de que la enfermedad psiquiátrica no es fatal.
Se hacen muchos esfuerzos y se gasta mucho dinero tratando de reducir la tasa de homicidios, pero se debería gastar aún más tratando la causa central del suicidio: el trastorno depresivo mayor.
La buena noticia es que ya existen medicamentos que funcionan muy bien para algunos pacientes. De hecho, STAR * , un amplio estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud Mental de los Estados Unidos, reveló que la proporción de las personas que recibieron un mejor tratamiento, presentó una disminución de los síntomas de la depresión. Dado que la mayoría de los medicamentos utilizados para la depresión se han utilizado durante mucho tiempo, existe una necesidad urgente de nuevos medicamentos.
Afortunadamente, ha habido avances reales en la reciente Reunión Anual de la Sociedad para la Neurociencia.
Los pacientes deprimidos tienen niveles más bajos de la llamada proteína p11. Esta proteína parece ser crítica para la capacidad de responder a los antidepresivos.
Este año también ha habido emoción por la aceleración de la acción de los antidepresivos. Normalmente, un paciente tiene que tomar un medicamento antidepresivo durante varias semanas antes de que comience a recuperarse. Lo que se busca es lograr el efecto deseado con mayor prontitud.
Otro nuevo enfoque de la depresión, ha sido la utilización de fármacos que bloquean la acción de la acetilcolina en el cerebro, la mayoría de los antidepresivos utilizados en la actualidad aumentan la acción de la serotonina o la noradrenalina en el cerebro. Es evidente que hay una necesidad de nuevas formas de ayudar a los pacientes con depresión, la investigación básica sobre las causas de la depresión y los mecanismos de los efectos antidepresivos ha proporcionado nuevos objetivos para el desarrollo de tratamientos para la depresión, pero esto es sólo el comienzo.