“El uso del condón es un mal menor que la transmisión del VIH durante las relaciones sexuales, aun si esto significa evitar un posible embarazo”, comento el portavoz del Vaticano Federico Lombardi en un giro dramático de las enseñanzas papales.
La organización católica, ha sido desde hace tiempo objeto de críticas debido a su oposición evidente a la utilización de preservativos, en particular en África.
La nueva interpretación de la Iglesia católica, implica esencialmente que ésta reconoce que su oposición al uso de los preservativos como método anticonceptivo, no justifica poner en peligro la vida de las personas. El Papa Benedicto XVI dijo en su libro» La Luz del Mundo» dictado al escritor Peter Seewald, que el “uso del condón por parte de algunas personas, como los prostitutos, era un mal menor, debido a que indicaba que estos individuos buscaban una sexualidad moral y responsable así como la protección de sus parejas de una infección potencialmente mortal”.
Sus comentarios parecían referirse principalmente al sexo entre hombres, en el que los condones no se utilizan como anticonceptivo. Las dudas surgieron de inmediato en torno a qué quiso decir el Papa, debido a que la traducción al italiano del libro utilizó el término femenino de prostituta, cuando el texto original en alemán usó la palabra masculina.
Federico Lombardi, portavoz del Vaticano dijo que preguntó al Papa si sus comentarios se referían sólo a los hombres que ejercen la prostitución. Benedicto XVI respondió que eso no importaba, ya que lo importante era que la persona en cuestión tuviera en cuenta la vida de su prójimo.
“Pregunté al Papa si había algún problema serio, importante, en la elección del término masculino sobre el femenino. Me dijo que no. El problema es éste…: es el primer paso en la toma de responsabilidad, de considerar el riesgo para la vida de otra persona con la que se tiene una relación”.
“Esto aplica si se es mujer, hombre o transexual. Seguimos en el mismo punto. El punto es que es un primer paso para tomar la responsabilidad, para evitar la transmisión de un riesgo grave de una persona a otra”.
Ello puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad, consciente de que todo no está permitido y no se puede hacer todo lo que uno quiere. Sin embargo, esa no puede ser la verdadera manera para vencer el sida. Es necesaria una humanización de la sexualidad», estima el Papa.
22,4 millones de personas en Africa están infectadas con el VIH y de esa cifra, el 54%, o sea 12,1 millones, son mujeres, de acuerdo con la UNAIDS, el organismo de las Naciones Unidas contra el Sida.
Fuente: AFP