La Gonorrea afecta a cientos de miles de personas. Se estima que tan solo en Estados Unidos, cada año se producen 700 mil contagios de este padecimiento.
La gonorrea es causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, que acostumbra afectar la zona genital, como cuello uterino matriz y trompas de Falopio en la mujer, así como la uretra tanto en hombres como en mujeres. Además puede aparecer en boca, garganta, ojos, y el ano.
El contagio, se produce por contacto sexual y cuando la mujer esta embarazada también puede transmitirla al bebé al momento del nacimiento, ocasionándole ceguera, infección en las articulaciones y a nivel sanguíneo.
La gonorrea en muchas ocasiones es detectada tardíamente ya que en la mayoría de las ocasiones no genera síntomas o en algunos casos es confundida con infecciones leves. Cuando aparece, en los hombres provoca ardor al orinar y secreción en el miembro masculino entre 2 y cinco días después de la infección. En las mujeres puede presentarse entre 2 y 3 semanas después y se caracteriza por ardor al orinar, flujo vaginal, y hemorragia vaginal entre los períodos. Cuando se sostienen relaciones vía anal, se presenta secreción, así como ardor y dolor al defecar.
Se estima que la gonorrea es una de las principales causas de esterilidad, ya que en las mujeres ocasiona serias complicaciones, pues origina la Enfermedad Inflamatoria Pélvica, provocando abcesos internos, daños en las trompas de Falopio, o embarazos ectópicos, es decir gestación que ocurre fuera del útero. En los hombres, la gonorrea puede provocar epididimitis, que es una afección dolorosa de los conductos de los testículos y que también ocasiona infertilidad.
De no tratarse, la gonorrea se extiende a las articulaciones y a la sangre extendiéndose al cerebro y alas válvulas del corazón.
Su tratamiento se basa en el uso de fármacos, aunque en los últimos años se ha detectado la aparición e cepas resistentes a los antibióticos, que puede agravarse si esta enfermedad esta asociada a la clamidia.
Por ello se recomienda la prevención, aunque el uso del condón de látex no lo elimina por completo, Por ello se recomienda no sostener relaciones casuales o acudir al médico en cuanto se detecten síntomas como secreción o ardor al orinar.