Las mujeres que quedan embarazadas después de los 45 años corren alto riesgo de sufrir complicaciones, al igual que sus bebés, comenta un equipo de investigadores de Israel.
Son 3 veces más propensas que las mujeres más jóvenes a desarrollar diabetes e hipertensión durante el embarazo, publica el equipo en American Journal of Obstetrics & Gynecology. En las mujeres mayores de 45 años es más alta la tasa de parto prematuro y de placenta previa (que obstruye el canal de parto). A mayor edad, menos bebés sanos, y menos mujeres sanas expuso el Dr. Maximilian Franz, de la Universidad Médica de Viena.
Cada vez más mujeres retrasan la maternidad y los expertos se preguntan con qué consecuencias para la madre o el bebé. La mayoría de los estudios se han centrado en las mujeres mayores de 35, pero no de 40 años.
El equipo de Yariv Yogev, de la Universidad de Tel Aviv, analiza los resultados del embarazo en mujeres de distintas edades atendidas entre el 2000 y el 2008. De las 80.000 mujeres que tuvieron un bebé en ese período, 177 (el 0,2 %) tenían 45 años o más. La mayoría había concebido con óvulo de donante y el 80 % tuvo el parto por cesárea, lo que equivale al doble de la tasa general.
El 9 % de las madres mayores había tenido hipertensión en el embarazo, lo que suele afectar al 3 % de las embarazadas.
El 6 % había tenido placenta previa, una cifra 6 veces mayor que la tasa general.
Además, las madres mayores fueron más propensas a tener fiebre y hemorragias graves posparto. Ellas y sus bebés necesitaron una hospitalización más prolongada y fue más común la internación de los bebés en terapia intensiva pediátrica.
El 4 % de los recién nacidos de mamás mayores de 45 años desarrolló problemas metabólicos, como bajo nivel de azúcar en sangre, comparado con menos del 2 % de los bebés de las mujeres de todas las edades.
FUENTE: American Journal of Obstetrics & Gynecology
