Ya nació tu bebé y aunque algunas de tus amigas te pueden haber dicho que salieron del hospital con los jeans que usaban antes de embarazarse, la realidad es que lo más común es que lo hagan con los mismos que traían al internarse en el hospital para dar a luz.
La mayoría de los médicos coincide EN que subir 9 kilos durante el embarazo es un incremento saludable, sin embargo, es variable de acuerdo con la constitución de cada mujer y su peso al inicio del embarazo. Una mujer que comienza la gestación con sobrepeso, debe subir menos que aquella que está por debajo de su peso ideal.
La gran mayoría de las mujeres, después del parto busca bajar de peso y si bien la lactancia materna ayuda a quemar un mayor número de calorías, en ocasiones no es suficiente para recuperar la figura.
Al momento de salir del hospital con el bebé en brazos, una mujer presenta una importante retención de líquidos e inflamación abdominal que pueden tomar hasta un par de semanas en disminuir. Lo ideal es esperar 6 semanas (la cuarentena de las abuelas) para comenzar a pensar en bajar de peso.
Durante los 40 días posteriores al parto la joven mamá debe tener una alimentación balanceada y puede hacer algo de ejercicio pero debe ser muy moderado… Probablemente no más que caminar empujando la carriola.
Una vez transcurridas 6 semanas hay que pensar en un enfoque más drástico hacia la figura esbelta, no solo por cuestión de estética, sino por salud física y mental.
La alimentación, sobretodo cuando se está dando de comer al bebé al seno materno debe ser balanceada y muy rica en nutrientes, pero lo que hay que dejar a un lado definitivamente son los alimentos ricos en calorías y de pobre valor nutricional como las harinas refinadas, las grasas de origen animal, los dulces, postres, pasteles, refrescos y bebidas alcohólicas.
Se recomienda comer 5 o 6 veces al día en cantidades moderadas. Un ejemplo puede ser:
Desayuno: una taza de fruta de temporada con yogur sin grasa y media taza de avena con leche descremada.
Colación matutina: un jugo de verduras y ensalada verde.
Comida: pechuga de pollo o pescado blanco asado con verduras al vapor o ensalada verde y una taza de arroz sin freír.
Colación vespertina: Una manzana y 10 almendras
Cena: Un sándwich de pechuga de pavo con lechuga, jitomate y media cucharadita de mayonesa.
Lo ideal es hacer ejercicio aeróbico incrementando la intensidad poco a poco. Hay que alcanzar la frecuencia cardiaca ideal para la máxima quema de grasa y mantenerse en ese rango durante 30 minutos la primera semana, 40 minutos la segunda semana, 50 minutos la tercera semana y una hora al mes de haber iniciado la rutina deportiva. El incremento en la intensidad del ejercicio lo irá marcando la misma frecuencia cardiaca: conforme la condición física mejore habrá que caminar más rápido, con inclinación o bien trotar.
Esta rutina de alimentación y ejercicio debe ser autorizada por el gineco-obstetra una vez que concluyeron las primeras 6 semanas después del parto. Si el bebé nació por cesárea, es posible que la mamá necesite ejercitarse de manera más pausada.
Si se siente alguna molestia durante el ejercicio, especialmente dolor o sensación de pesadez en el abdomen bajo, hay que disminuir la intensidad del deporte y si no mejora en 24 horas, consultar al médico.
Dependiendo del incremento de peso durante el embarazo, una expectativa razonable es recuperar la figura cuando el bebé cumpla 6 meses.
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