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Es muy conocido el riesgo de problemas cromosómicos como síndrome de Down, de Edwards y de Patau en mujeres que tienen hijos después de los 40 años de edad, sin embargo, no solo la edad avanzada de la madre representa un riesgo para la procreación.
Un reciente estudio publicado en la revista de la Asociación Americana de Psiquitría (JAMA) revela que los hijos de padres de 45 años o más tienen una tendencia 25 veces mayor de padecer trastornos psiquiátricos que los hijos de padres entre 20 y 24 años.
La investigación se realizó en Suecia e incluyó a 2.6 millones de personas y demostró que el tener hijos siendo maduros, no solo involucra la edad materna, sino también la paterna. Específicamente la edad avanzada del padre se vinculó con un incremento en el riesgo de esquizofrenia, suicidio, adicciones y bajo coeficiente intelectual.
En el caso del autismo, se encontró que los hijos de padres de 45 años o mayores tuvieron un riesgo 3.5 veces mayor de ser autistas y 2.5 veces más grande de tener trastornos de comportamiento como déficit de atención e hiperactividad, así como consumo de drogas.
La investigación revela un vínculo estrecho de estos trastornos con la edad del padre, más que de la madre.
Si bien las mujeres tienen el problema del envejecimiento del los óvulos y los hombres crean nuevos espermatozoides. Ahora se sabe que la edad avanzada del padre hace que el ADN de los espermatozoides esté expuesto a más toxinas que pueden ocasionar mutaciones y en consecuencia trastornos en el bebé.
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