Si bien múltiples regímenes alimenticios resultan útiles para bajar rápidamente de peso, el excluir nutrientes no me parece saludable. La función de la alimentación es proporcionar lo que tu cuerpo necesita para trabajar adecuadamente. Por ello es que resulta ideal una dieta que incluya los tres grupos de alimentos.
Recuerda que para conservar la línea es fundamental contar con hábitos saludables.
¿Qué es la dieta?
A la mayoría de las personas escuchar la palabra dieta les provoca un hambre voraz. Esto ocurre debido a que la asocian con restricciones de algunos alimentos y platillos placenteros. Sin embargo, desde el punto de vista de la nutrición, la dieta se refiere a lo que consume una persona en un día.
Una dieta adecuada debe cumplir con las siguientes características: ser completa, con alimentos de los tres grupos. También debe ser variada y aquí los colores de los alimentos pueden dar la clave de la variedad. Debe ser suficiente para satisfacer las necesidades de cada persona. Igualmente tiene que ser equilibrada, incluyendo las proporciones recomendadas para cada grupo de alimento. La dieta tiene que ser adecuada para cada edad y nivel de actividad física e inocua, es decir limpia, que no contenga alimentos contaminados o en mal estado. Y finalmente un punto fundamental es que debe ser sabrosa para resultar agradable.
Grupos de alimentos
Es una realidad que una dieta que incluya los tres grupos de alimentos como carbohidratos, proteínas y grasas es ideal. De esta manera se logran los objetivos de la alimentación. Sin embargo, debemos poner mucha atención en las proporciones. Y es que la grasa, por ejemplo es elevada en calorías y aunque es indispensable para el cuerpo, debemos moderar su consumo. Además, hay ciertas grasas más saludables que otras. Por ejemplo el aceite de oliva sin cocinar es muy bueno para tu salud. Sin embargo cuando lo usas para freír alimentos se satura y se vuelve nocivo para tu corazón. Así que trata de consumirlo en forma de vinagreta o simplemente rociándolo sobre vegetales verdes. La grasa animal contiene muchas lipoproteínas de baja densidad que aumentan tu riesgo de sufrir un infarto del corazón. Por eso es preferible evitarlas o consumirlas en muy pequeña cantidad y ocasionalmente.
En el caso de los hidratos de no es lo mismo comer «muchas» espinacas al vapor o crudas que muchos mangos frescos o en almíbar. De la misma forma no es igual comer pan integral o avena que un bolillo. Para quienes disfrutan del mundo vegetal.
Las proteínas son indispensables para construir músculo y mantener nuestros tejidos. Lo ideal es optar por carnes magras, es decir sin grasa. El pescado es una excelente fuente de proteína. También es importante saber que combinar cereales (arroz) con leguminosas (frijol), permite obtener una proteína de muy buena calidad.
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