Los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y el trastorno afectivo bipolar (conocido anteriormente como trastorno maniaco depresivo), afectan a millones de personas. La depresión y el trastorno afectivo bipolar, son enfermedades muy tratables. Desafortunadamente, muchas personas no reciben la ayuda que necesitan por no comprender los problemas asociados a estas enfermedades o por el miedo asociado con el estigma.
Todas las personas en diferentes momentos de la vida, nos sentimos tristes o melancólicos. Es normal sentirse triste en algunas ocasiones. A veces esta tristeza es producto de los sucesos que se presentan en la vida: se muda a una ciudad diferente y se dejan atrás a los amigos, pierde su empleo o un ser querido muere. Pero ¿cuál es la diferencia entre un sentimiento normal de tristeza y el sentimiento causado por la depresión clínica?
La depresión es más que una tristeza o un mal humor.
Un mal humor normalmente desaparece en varios días, pero la depresión dura dos semanas o más.
Un mal humor no le impide trabajar, ir a la escuela o pasar el rato con los amigos. La depresión lo puede privar de hacer estas cosas e incluso puede hacer que no desee salir de la cama.
Las personas que sufren depresión clínica experimentan síntomas específicos a diario por dos semanas o más, lo cual les dificulta hacer su trabajo, ir a la escuela o mantener relaciones con otras personas. La depresión clínica es una enfermedad tratable.
Sufren de depresión personas de todas las edades, razas, grupos étnicos y clases sociales, aunque ésta puede aparecer a cualquier edad, la enfermedad a menudo se desarrolla entre los 25 y 44 años. El porcentaje de mujeres que sufre depresión durante toda la vida es de 24% y 15% en los hombres. El tratamiento de la depresión abarca medicamentos y psicoterapia o ambos. Los antidepresivos funcionan restableciendo los químicos en el cerebro a los niveles adecuados, lo cual ayuda a aliviar los síntomas. La psicoterapia es la orientación para hablar de sus sentimientos y pensamientos y para aprender cómo hacerles frente y es muy recomendable para aliviar la depresión.
El Trastorno Afectivo Bipolar es considerado un trastorno crónico, cuya característica principal es la aparición de episodios agudos y constantes de alteraciones patológicas del humor, el pensamiento, la energía y el comportamiento. Es conocido como trastorno afectivo bipolar porque el estado de ánimo de una persona puede cambiar en los «polos» de manía (estado de ánimo elevado) y depresión (estado de ánimo bajo y depresivo). Este cambio del humor o cambio del estado de ánimo puede durar horas, días, semanas o incluso meses. Estos altibajos del estado de ánimo con frecuencia son temporales. Muchas personas que sufren de trastorno afectivo bipolar manifiestan sentir síntomas de depresión con mayor frecuencia en el invierno y de manía en la primavera.
El trastorno afectivo bipolar afecta a casi seis millones de adultos. Al igual que la depresión y otras enfermedades graves, el trastorno afectivo bipolar también puede afectar de manera significativa a los cónyuges y parejas, familiares, amigos y compañeros de trabajo. Por lo general, comienza en la última etapa de la adolescencia (a menudo aparece como depresión durante los años de adolescencia), aunque puede empezar en la niñez temprana o hasta los 40 ó 50 años. Un igual número de hombres y mujeres desarrollan esta enfermedad y ésta se encuentra entre todas las razas, grupos étnicos y clases sociales. No se conoce el origen genético del padecimiento.
La mayoría de las personas que sufren de trastornos del estado de ánimo pueden encontrar tratamientos adecuados para ellos. La psicoterapia, los medicamentos o una combinación de ambos ayudan a la persona a sentirse mejor y a hacer cambios en situaciones que pudieran estar influyendo en su enfermedad (abuso de drogas, relaciones patológicas, etc.).