La punción abdominal, es un procedimiento empleado para extraer líquido del área entre la pared ventral y la columna, un espacio denominado cavidad abdominal.
Para realizar la punción abdominal, se desinfecta y se afeita el área, luego se aplica anestesia local. Se introduce la aguja de punción de 2.5 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) dentro del abdomen. Algunas veces, se realiza una pequeña incisión para facilitar la inserción de la aguja. La muestra de líquido se extrae a una jeringa.
Se retira la aguja y se aplica un vendaje en el sitio de la punción. Si se realizó una incisión, se puede cerrar con uno o dos puntos de sutura.
Hay dos clases de punciones abdominales:
La punción diagnóstica: se saca una pequeña cantidad de líquido y se envía al laboratorio para su análisis.
La punción de gran volumen: se pueden extraer varios litros para aliviar el dolor abdominal y la acumulación de líquido.
Lo que se siente durante el examenUno puede experimentar una sensación de pinchazo debido a la anestesia o la presión a medida que se inserta la aguja.
Durante el procedimiento usted puede sentir vértigo o mareo.
De manera normal la cavidad abdominal contiene sólo una pequeña cantidad de líquido. En ciertas afecciones, se pueden acumular grandes cantidades de líquido en este espacio.
Una punción abdominal puede ayudar a diagnosticar la causa de la acumulación de líquido. Igualmente, se puede hacer para diagnosticar la presencia de líquido abdominal infectado o para extraer una gran cantidad de líquido con el fin de reducir el dolor abdominal.
Un examen del líquido abdominal puede mostrar: Cirrosis hepática, daño intestinal, cardiopatía, infección, enfermedad renal, enfermedad del páncreas, tumor (canceroso o no).
Existe una ligera posibilidad de que la aguja perfore el intestino, la vejiga o un vaso sanguíneo en el abdomen. Si se extrae una gran cantidad de líquido, existe un leve riesgo de producir una disminución en la presión arterial e insuficiencia renal. Asimismo, existe una leve posibilidad de que se presente una infección.