Un ependimoma es una neoplasia intracraneal del sistema nervioso central , que aparece comúnmente en el cuarto ventrículo en niños y en el conducto ependimario o raquídeo en la región lumbosacra en adultos. Los enfermos afectos de neurofibromatosis tipo II pueden desarrollar este tipo de cáncer. Los ependimomas se tratan quirúrgicamente mediante una resección total, presentando un buen pronóstico de supervivencia. A los 5 años se espera una sobrevida de 80%, aunque no todos los ependimomas puede resecarse completamente, por lo que se emplea además radioterapia y quimioterapia.
Los ependimomas se componen de células con núcleos regulares y ovoides o circulares. Por lo general se acompañan de una parenquima denso y fibroso haciendo que las células tumorales adopten una forma glandular y elongada que tienen cierto parecido al canal ependimal embriológico con vasos sanguíneos irrigando la neoplasia. Los ependimomas extraespinales o extradurales pueden ser una forma muy inusual de teratoma.
Los ependimomas constituyen cerca del 5% de los gliomas intracraneales de los adultos y un 10% de los tumores del sistema nervioso central en niños. Su incidencia presenta dos picos, uno alrededor de los 5 años de edad, y otro a los 35 años. En la infancia aparecen en los ventrículos especialmente el cuarto ventrículo y en los adultos aparecen en el canal que contiene a la médula espinal.
Cuando se instalan en el cerebro, pueden producir severo dolor de cabeza, náuseas y vómitos al obstruir el flujo del líquido cefalorraquídeo. La obstrucción puede también causar hidrocefalia. Otros síntomas incluyen la pérdida del apetito, dificultad para dormir, pérdida temporal de distinguir colores, y pérdida de la memoria.