Las mujeres que aprenden primero a mantener su peso vuelven a ganar menos peso del que perdieron durante un programa de pérdida de peso.
El estudio realizado por la Dra. Michaela Kiernan, científica investigadora del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford incluyó a 267 mujeres con sobrepeso u obesas que fueron repartidas en dos grupos, uno de los grupos pasó ocho semanas aprendiendo a mantener su peso y entonces empezaron un programa de 20 semanas para perder peso que ponía mucho énfasis en un mayor consumo de verdura y fruta, el aumento de la actividad física y el uso de estrategias de dieta probadas, como por ejemplo mantener un registro de la comida diaria.
Las mujeres del grupo de control hicieron lo contrario, primero empezaron el programa para perder peso, y luego aprendieron a mantenerlo.
Inicialmente, ambos grupos perdieron una cantidad de peso parecida, un promedio de alrededor de 7.7 kilos o 17 libras (un 9%) de su peso inicial. Luego, las mujeres siguieron por su cuenta durante un año. Después de ese periodo, los investigadores vieron cuál era el peso de las mujeres.
Las mujeres que integraron el grupo en que primero aprendieron sobre el mantenimiento volvieron a ganar un promedio de 1.3 kilos (tres libras) y las del grupo de control ganaron 3.1 kilos (7 libras), según los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
También vieron que el 33% de las mujeres del primer grupo de mantenimiento y el 18% de las del grupo de control desarrollaron un patrón favorable, es decir, perder al menos un 5% de su peso corporal sin volver a ganar más de 2.2 kilos (cinco libras) durante el año de seguimiento.
Los hallazgos se publicaron en la revista Journal of Consulting and Clinical Psychology, sugieren que aprender a mantener el peso primero puede ayudar a reducir las posibilidades de llevar una dieta yo-yo, opinaron los investigadores.
Esas ocho semanas sirvieron de práctica. Las mujeres podrían intentar poner en práctica diferentes habilidades y solucionar los problemas sin sentirse presionadas por el peso que habían perdido, afirmó la Dra. Kiernan.
Fuente: Stanford University