Veinte cigarrillos diarios son suficientes para incrementar hasta un 60% el riesgo de padecer impotencia sexual en hombres fumadores, son conocidas las asociaciones con enfermedades respiratorias y cardiovasculares y algunas formas de cáncer, pero además fumar produce otros trastornos igualmente importantes. Una de ellas es la disfunción eréctil, claramente superior en hombres fumadores, a la impotencia puede sumársele la infertilidad femenina.
La impotencia o disfunción erectil se define como la incapacidad de obtener o mantener una erección suficiente para lograr una actividad sexual satisfactoria, entre las causas más frecuentes de este transtorno se encuentran la diabetes, algunos medicamentos y el tabaco, además de depresión, ansiedad o una baja autoestima.
La impotencia afecta sobre todo a la autoestima e incluso las relaciones interpersonales. Un estudio de la Asociación de Disfunción Sexual estima al respecto que el 21% de las parejas que se separan rompen su relación por problemas derivados de este trastorno.
El contenido de los cigarrillos afecta el sistema vascular del pene y causa una notable alteración sobre el sistema nervioso central.
Desde el punto de vista psicologico los fumadores muestran mayores niveles de ansiedad y de insatisfacción que los no fumadores, con respecto a su vida profesional y personal.
La nicotina, a través de los estímulos que provoca en el cerebro, provoca rápidas contracciones del tejido del pene, con espasmo de las arterias, disminuyendo todavia más el flujo sanguíneo. Tambien por el efecto de la nicotina se produce una dilatación del sistema venoso que impide que la sangre quede atrapada en el pene, aspecto que dificulta enormemente mantener la erección.
El consumo de tabaco se ha asociado tradicionalmente a una buena y satisfactoria salud sexual. Sin embargo, las evidencias van en dirección contraria.