Muchos padres creen erróneamente que permitir a los niños pequeños probar el alcohol les disuade de beber cuando son adolescentes, halla un estudio reciente realizado por Christine Jackson, ecóloga social de la RTI, una asociación de investigación sin fines de lucro.
La idea de que la exposición temprana al alcohol puede disuadir el interés de los niños en beber está muy enraizada en algunos padres de niños en edad de la escuela primaria, comenta Jackson. Una introducción temprana al alcohol es un importante factor de riesgo de los problemas de bebida en la adolescencia, analizaron entrevistas llevadas a cabo con 1,050 madres de niños de tercer curso, y hallaron que una cuarta parte dijeron que permitir que sus hijos probaran el alcohol disuadiría su curiosidad porque no les gustaría el sabor y porque le quitaría el atractivo de la fruta prohibida.
Los investigadores también hallaron que 40% de las madres creían que no permitir a sus hijos probar el alcohol aumentaría su deseo de beberlo, 22% creían que los niños que prueban el alcohol en casa con sus padres podrán resistir mejor a la presión de beber alcohol, y 26% creían que haría que sus hijos fueran menos propensos a experimentar con beber de forma arriesgada en la escuela intermedia.
Casi el 33% de los niños del estudio dijeron que habían probado la cerveza, el vino u otras bebidas alcohólicas. Hubo una asociación firme entre los padres que estaban a favor de permitir a sus hijos probar el alcohol y los niños que reportaron haber bebido alcohol.
Los hallazgos indican que muchos padres esperan erróneamente que la forma en que los niños beben en casa, bajo la supervisión de los padres, se replique cuando los niños estén con otros adolescentes. Se necesita más investigación para comprender la forma en que los padres adquieren estas ideas y para comprender la relación entre probar el alcohol a una edad temprana y el uso de alcohol en la adolescencia.
El estudio aparece en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine