En todos los seres vivos existen Períodos Sensitivos, no voluntarios, en los que el organismo, por intuición, tiende a realizar una determinada acción. Se habla de períodos porque corresponden a una determinada etapa y se llama sensitivos porque son independientes de la voluntad.
En los animales, por ejemplo, estos períodos los impulsará a acumular comida para el invierno, a construir telares para cazar, a construir panales para acumular la miel, o les impulsará a emprender una ruta migratoria que les puede hacer recorrer miles de kilómetros volando sin necesidad de que nadie les haya enseñado el camino con anterioridad.
Las personas, tenemos Períodos Sensitivos de desarrollo, lapsos de tiempo que predisponen a una acción, con la diferencia de que tenemos voluntad, gracias a nuestra voluntad somos capaces de dominar, si así lo queremos, nuestros propios Períodos Sensitivos. Podemos negarnos a llevar a cabo una acción prevista cuando nos corresponde y podemos realizar esa misma actividad una vez que el período correspondiente haya transcurrido.
Llevar a cabo la actividad fuera de su tiempo natural propicio nos obliga a desarrollar una fuerza de voluntad muy superior, nos cuesta más trabajo, y además es muy difícil alcanzar la misma perfección en los resultados.
Un niño entre uno y cuatro años es capaz de aprender la lengua materna o más idiomas sin esfuerzo y con la mayor naturalidad, ya que está viviendo su período sensitivo de hablar. Cuando todos sus sentidos están predispuestos a llevar a cabo esta función, lo aprenderá sin querer, como un juego más y con la perfección de un nativo.
Si esa misma persona pierde esa oportunidad de pequeño, y pretende, a los veinte años, aprender un idioma, podrá hacerlo, pero a base de fuerza de voluntad, trabajo y constancia durante un tiempo muy superior al anterior.
Todas las acciones integradas en la formación de una persona tienen sus momentos oportunos de desarrollo. Así podemos hablar de Períodos sensitivos relacionados con la forma de manejar el cuerpo, la adquisición de nuevos conocimientos y el comportamiento.
Los Períodos Sensitivos de Desarrollo, son fases de la vida durante el crecimiento, propicias para ejercer una determinada función directamente conectada con el desarrollo humano. El conocimiento de su existencia y de sus características, pone a los padres en una posición privilegiada respecto a la ayuda que pueden proporcionar a sus hijos.