La neumonía o pulmonía, así como otras infecciones causadas por neumococos y que son causa principal de complicaciones y muerte de personas mayores, puede prevenirse mediante una vacuna.
Se calcula que la enfermedad neumocócica causa aproximadamente 1.6 millones de muertes al año en los grupos poblacionales menores de 5 años de edad y adultos mayores.
En el taller Carga de la Enfermedad Neumocócica en América Latina, que se realizó en Bogotá, Colombia, se discutió acerca del impacto de las estrategias de prevención que siguen varios países del mundo, y con las que han logrado disminuir no sólo las hospitalizaciones y los altos costos de los tratamientos, sino que también han evitado fallecimientos a causa de complicaciones ocasionadas por la bacteria Streptococcus pneumoniae, causante de la neumonía adquirida en la comunidad.
Algunos países han logrado disminuir la incidencia de esas enfermedades con la inclusión de la vacuna contra el neumococo en el esquema de inmunización obligatorio.
El biológico protege contra 13 serotipos de los 90 existentes, que son los principales causantes de neumonía invasiva, meningitis y sepsis.
La Oficina de Alimentos y Medicamentos de EUA, concedió la aprobación de la VCN-13 en una sola dosis para su uso en mayores de 50 años de edad.
Entre los países donde ya se coloca en adultos figuran Argentina, Colombia Ecuador, Bolivia, Paraguay, México, Panamá, Costa Rica, Perú y Chile, así como la Unión Europea y Emiratos Árabes.
El Dr. Raúl Istúriz, presidente de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas y director del Centro de Vacunación para Adultos del Centro Médico de Caracas y del Centro Médico Docente La Trinidad, advierte que el riesgo de sufrir de neumonía neumocócica se incrementa con los años debido al debilitamiento natural del sistema inmunológico.
En la presentación que hizo en el taller sobre el impacto de la afección y factores de riesgo adicionales afirmó que la enfermedad neumocócica ataca de manera desproporcionada a menores de 2 años de edad y a adultos mayores de 65 años, principalmente aquellos que han padecido de neumonía previamente y de enfermedades crónicas tales como cardiopatía, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, insuficiencia hepática y renal crónica, así como a quienes tienen antecedentes de alcoholismo.