El deseo de toser después de inhalar la sustancia picante del chile podría controlarse con un placebo, lo que sugiere que la tos podría controlarse a través de centros cerebrales más sofisticados, según un estudio dirigido por el Dr. Stuart Mazzone, de la Universidad de Queensland en Australia.
El equipo del Dr. Mazzone, halló que las personas tratadas con un placebo eran un 45% menos propensas a sentir la urgencia de toser al inhalar la capsaicina que cuando no se les administraba el placebo.
Es como si el cerebro tuviera la posibilidad de decidir cuándo la persona puede o no toser, el estudio respalda hallazgos previos de que el placebo es tan efectivo para reducir la tos como los fármacos que se comercializan.
El punto clave es que si los pacientes creen en el tratamiento para la tos, les dará resultado, una idea que está apareciendo entre los investigadores es que la tos no es sólo un reflejo, sino que está regulada por otras áreas del cerebro que se activan con las expectativas de que una sustancia puede calmar la tos.
El equipo de Mazzone indagó si un placebo podría controlar la tos, que es la percepción de la irritación en las vías aéreas que precede a la tos. Para eso, les preguntó a 21 participantes que inhalaran capsaicina, una sustancia química del chile que provoca tos.
Luego de determinar cuánto debían inhalar para sentir la urgencia de toser, el equipo convenció a los participantes de que recibirían lidocaína, un anestésico local que reduce la irritación que produce la capsaicina, o un placebo para controlar la tos. En realidad, todos los participantes inhalarían gases inertes que no reducirían la urgencia de toser.
Con el placebo, nueve participantes dijeron que sentían menos necesidad de toser que el grupo que sabía que había inhalado una dosis total de capsaicina sin medicina alguna.