4. Vigila tus niveles de azúcar
Desgraciadamente, más del 50% de los hombres con diabetes sufren de disfunción eréctil. Esta enfermedad afecta al pene de dos maneras: acelera el proceso de degeneración arterial y hace más lenta la transmisión de los estímulos en los nervios que recorren tu cuerpo. Y un pene insensible es un pene que tiene dificultad para tener y mantener una erección. Permanecer delgado y en forma es la mejor manera de evitar la diabetes. Si ya la padeces, ocúpate siempre de vigilar el nivel de azúcar en tu sangre (conversa con tu endocrinólogo sobre los mejores métodos). Los hombres que tienen diabetes y no se preocupan de su nivel de azúcar tienen 70% más problemas de erección que aquellos que sí están pendientes del tema.
5. Ten cuidado con las posiciones que tomas
Un empujón vigoroso en mala dirección es todo lo que se necesita para romper los cuerpos cavernosos, el conjunto de cámaras eréctiles que corren a lo largo de tu pene. Una ruptura completa requerirá de una cirugía dentro de las 24 horas posteriores al suceso para reducir el riesgo de un daño permanente. Una ruptura parcial no es tan seria pero puede producir problemas permanentes: cuando se forman las cicatrices en el cuerpo cavernoso, éste pierde su elasticidad, produciendo curvaturas, dolor y eventualmente disfunción eréctil. Más de un tercio de los hombres impotentes tienen alguna historia de “traumatismo peneano”. Para prevenirlo, ten cuidado cuando ella esté arriba: es la posición en la que más peligro corres.
6. No tomes Uber
Comienza a caminar, los hombres que caminan sólo 3 km diarios tienen la mitad del índice de problemas de erección que los hombres sedentarios (30 minutos al día de trote es lo ideal).
Los depósitos de grasa que obstruyen tus arterias peneanas pueden bajar una erección. Los hombres tienden a pensar en sus arterias como simples tuberías que se obstruyen, pero hay mucho más que está pasando en ese momento, dice el Dr. Laurence Levine, urólogo en el Rush-Presbyterian Medical Center de Chicago (EE.UU.). Mientras más te ejercites, más limpias, más saludables y más flexibles se volverán tus arterias.
7. Bosteza, bosteza, bosteza
Por si no te has dado cuenta: bostezar y tener una erección son casi lo mismo. Ambos son controlados por un químico llamado óxido nítrico. Se libera en el cerebro y puede viajar por las neuronas que controlan la apertura de la boca y la respiración, o ir a la espina dorsal y a los conductos sanguíneos que controlan la ereción. Algunas veces produce ambas (ese es el por qué un gran bostezo puede provocar un temblor allí abajo).
Permitirte bostezar durante el día puede ayudarte a predominar las vías neuroquímicas que llevan a erecciones buenas y firmes.
8. Duerme lo más que puedas
Tu pene necesita que mantengas los ojos cerrados todo el tiempo que puedas. Cada noche, cuando duermes, tienes erecciones. Seguramente te has dado cuenta de eso las ocasiones en que te has levantado para orinar a las cuatro de la mañana. Estas erecciones no son sólo para hacerle la vida divertida a tu compañera. Sirven para recargar tu pene: lo mantienen nutrido proporcionándole sangre oxigenada. Teóricamente, mientras más erecciones nocturnas tengas, más flexible se volverá tu tejido eréctil. Y ello puede ayudar a tener erecciones firmes en los años venideros.
Si tu problema es crónico, posiblemente padezcas Disfunción Eréctil, que es tener dificultades para lograr o mantener una erección de manera constante, la disfunción sexual masculina no es una parte natural del envejecimiento.
A algunas personas les cuesta hablar de sexo con el médico. Pero si tienes disfunción eréctil, debes comunicárselo, ya que puede ser una señal de problemas de salud, puede significar que los vasos sanguíneos están tapados, o que tengas una lesión nerviosa causada por diabetes. Si no consultas a tu médico, estos problemas permanecerán sin tratamiento.
El médico puede ofrecerte varios tratamientos para la disfunción eréctil, para muchos hombres la solución es tan simple como tomar una pastilla.
Es muy importante la mayoría de los vegetales comemos nacen y crecen ahí.Por eso no debemos contaminar la tierra con desechos tóxicos o aguas residuales con bacterias fecales.
Exacto, Daniel, muchas gracias por su comentario. ¡Saludos!