La utilización de un placebo puede tener fines terapéuticos y experimentales. No obstante, su definición en el ámbito de la investigación es heterogénea, esto se debe, en parte, al empleo del termino ‘placebo’ en el campo de la clínica y en el de la investigación médica, ya que ambos tienen objetivos diferentes. En la clínica, la consideración del placebo como un agente inerte resulta errónea porque su administración conlleva un efecto, denominado precisamente efecto placebo. La comprensión de los mecanismos involucrados en el efecto placebo motivó diferentes investigaciones.
En este estudio el efecto placebo se definió como la respuesta promedio al placebo en un grupo de individuos, en tanto que dicha respuesta placebo se definió como el cambio sintomático generado ante la administración de un placebo.
La interpretación del efecto placebo depende, en gran medida, del contexto, en el ámbito de la investigación clínica, el placebo tiene un papel importante. De hecho, los estudios aleatorios y controlados con placebo son fundamentales para demostrar la eficacia de un fármaco. No obstante, el efecto placebo también es un factor de confusión en el ámbito de la investigación clínica que puede ser modificado por factores como la atención terapéutica más minuciosa y el consentimiento del individuo para participar en un estudio.
Mientras que el efecto placebo tiene una acción negativa en el contexto de la investigación de la eficacia terapéutica de un fármaco, en la práctica clínica es de utilidad para maximizar la curación del paciente. En este caso, el efecto placebo no depende de la actividad del compuesto administrado sino que se encuentra en grado variable en todo contexto terapéutico y puede ser positivo o negativo (efecto nocebo). Algunos autores consideran que el efecto placebo es contextual y desencadena una respuesta homeostática reparadora innata en la cual la relación terapéutica cumple un papel fundamental.
El término ‘placebo’ se utiliza con frecuencia en los medios de comunicación, en especial en informes vinculados a nuevos tratamientos. En este caso, la utilización del término puede tener una connotación positiva o negativa, ya que se emplea para comunicar la utilidad o la falta de utilidad de una determinada sustancia.
La relación terapéutica se considera una variable importante respecto del efecto placebo, ya que representa un estímulo para la respuesta al tratamiento. En este caso la importancia radica en la relación interpersonal y no en las características individuales del profesional y el paciente. Es importante que el profesional interprete el sentido de la enfermedad en el contexto cultural del paciente para poder brindar una explicación significativa y aceptable que permita generar un cambio. Es decir, la relación médico- paciente le brinda la oportunidad al profesional de reformular el significado de la enfermedad en forma positiva.