El problema con la comida es que a la mayoría de las personas, les preocupa su estómago y no su salud.
Una investigación sugiere que el estómago da menores señales de satisfacción después de comer «comida sana», por su bajo contenido en grasa y las bajas calorías reales. Por el contrario, los alimentos que la gente percibe como pecadores producen una mayor sensación de plenitud y satisfacción.
La Dra. Alia Crum y su equipo de la Universidad de Yale, reunieron a 46 participantes para probar diferentes tipos de batidos de leche. En realidad, los dos batidos eran exactamente iguales, pero uno fue descrito como de alto contenido en grasa, con 620 calorías, los otros batidos se describieron como bajos en grasa con sólo 140 calorías, en su etiqueta decía «satisfacción libre de culpa.»
A los participantes se les pidió degustar los batidos. Cada batido de leche realmente contenía 380 calorías.
Las muestras de sangre mostraron que los niveles de grelina intestinal – una hormona que se eleva en respuesta al hambre y decae con la saciedad, declinó rápidamente cuando los participantes creían que estaban consumiendo demasiadas calorías. Cuando los participantes pensaban que estaban recibiendo batidos sanos, los niveles de grelina se mantuvieron estables, lo que significa que su organismo no marcó la sensación adecuada de plenitud después de beber el batido.
La investigación ofrece una posible pista, de por qué las dietas fallan tan a menudo: cuando creemos que vamos comer menos calorías, nuestro organismo «reclama» con más hambre y menos saciedad.