¿Es normal fantasear con alguien que no es tu pareja?

Las fantasías sexuales son representaciones mentales creadas por el inconsciente teniendo como tema principal las relaciones sexuales.

¿Ha fantaseado alguna vez, mientras tiene relaciones con otra persona además de con quien está teniendo relaciones? ¿tal vez una modelo o cantante famosa, una ex o incluso su cuñada? si esos pensamientos “prohibidos” aparecen durante los momentos más íntimos que pasa con su pareja, respire  hondo y relájase: no está solo. Muy probablemente está dentro de la mayoría.
Un estudio publicado por The Journal of Sex Research, revela que el 98% de los hombres que tenían pareja y el 80% de las mujeres también con pareja dijeron que habían fantaseado con un tercero mientras tenían sexo.

Una fantasía saludable es una de las claves de una buena vida sexual. La mayoría de la gente descubre que está más satisfecha sexualmente cuando se encuentra con alguien con quien se siente completamente cómodo.

Junto con esta intimidad viene la libertad de dejarse llevar y explorar otras cosas, incluyendo el fantasear con otra persona, lugar y situacion. Un estudio sobre fantasías sexuales realizado por el Dr. en Psicología Harold Leitenberg, concluyó que las fantasías sexuales ocurren más frecuentemente en personas con la satisfacción sexual más alta y vidas sexuales más saludables. Por tanto, el que fantasee no es un indicativo de que algo está mal, más bien de que las cosas están marchando correctamente.

Las fantasías juegan un rol muy importante en nuestras vidas sexuales, son fuente de excitación: los pensamientos pueden crear cambios físicos reales en el cuerpo, y usted puede usar esto en su provecho, escribe la educadora sexual Emily Nagoski. Ese es el por qué la gente fantasea incluso cuando está teniendo sexo: la fantasía aumenta la excitación cuando las sensaciones físicas no son tan fuertes como para llevarnos a donde queremos ir.

Las fantasías también permiten al cerebro explorar aspectos secretos y extraordinarios sin los parámetros de la vida diaria. Las fantasías cumplen un rol muy valioso. La mayoría de nosotros, gran parte del tiempo, nos comportamos conservadoramente, tanto en lo sexual como en otros aspectos. Nuestras experiencias eróticas representan sólo la punta del iceberg en términos de posibilidades. Muchas de estas posibilidades sólo llegan a realizarse a través de las fantasías o los sueños y muy pocas veces en la realidad.

Entonces, más que resistirse a sus fantasías, permítase disfrutarlas. El tratar de suprimirlas puede terminar más dañándo que haciéndo bien. El reprimir un pensamiento “prohibido” hace que el cerebro no tenga oportunidad de procesarlo enteramente, y lo que podría ser una fantasía inocente termina convirtiéndose en un sentimiento de culpa. La mayor parte del tiempo no son las fantasías el problema, sino nuestras reacciones a ellas, los sentimientos de culpa, ansiedad y miedo sobre qué significan esas fantasías realmente.



Deja un comentario