Sueño y obesidad: estrechamente relacionados

Dormir poco favorece el desarrollo de sobrepeso y obesidad.

La obesidad es una epidemia y México ocupa los primeros lugares mundiales en obesidad tanto de adultos, como de niños. La obesidad tiene varias causas y una de ellas es que el promedio de horas de sueño de una persona ha caído de 9 a 6 horas con 45 minutos en los últimos 100 años. Durante el sueño se secretan varias hormonas que regulan el apetito como la hormona de crecimiento, la leptina y la grelina.

¿Cual es la cantidad mínima de sueño para permanecer delgados? La respuesta es entre 7 y 9 horas por noche. Dormir menos de 7 horas aumenta el riesgo de obesidad en un 30 por ciento y agrega un promedio de 2.2 kilos al peso corporal de la persona.

De acuerdo con Jean-Philippe Chaput, M.C. de la Universidad de la Ciudad de Quebec, en Canadá, los tratamientos actuales contra la obesidad han sido infructuosos en la pérdida de peso a largo plazo, lo cual sugiere la necesidad de reflexionar sobre los mecanismos que dan como resultado una alteración del metabolismo y un comportamiento que lleva a la obesidad.

El aumento de peso corporal en los Estados unidos ha sido paralelo a la reducción de horas de sueño. Durante últimas cuatro décadas, la duración del sueño diario ha disminuido de una hora a hora y media, y la proporción de adultos jóvenes que duermen menos de siete horas por noche se ha duplicado, pasando de 15.6 por ciento en 1960 a 37.1 por ciento en el 2002.

Diversos estudios en adultos y niños revelan claramente que la disminución en las horas de sueño está asociada con un incremento en el peso.

Para determinar la relación entre la duración del sueño y el peso, los investigadores observaron 278 adultos entre 21 y 64 años de edad que formaban parte del Estudio de la Familia de Quebec, un estudio de 6 años en una comunidad establecida. Los investigadores compararon el aumento de peso de acuerdo con tres categorías de duración del sueño: corto (de 5 a 6 horas), promedio (de 7 a 8 horas) y largo (de 9 a 10 horas).

En comparación con los que durmieron el promedio de 7 a 8 horas, los que tenían un sueño de corta duración, aumentaron 2 kilos más en el lapso de 6 años. A los seis años, los que pertenecían al grupo de sueño de corta duración y de larga duración, tenían 35 por ciento y 25 por ciento mayor riesgo de experimentar un aumento de 5.4 kilos, respectivamente, en comparación con los que dormían de 7 a 8 horas por noche.

En comparación con los que dormían de 7 a 8 horas, los que dormían poco tenían un incremento del 27 por ciento en el riesgo de desarrollar obesidad, mientras que los que dormían mucho, presentaron un aumento del 21 por ciento el riesgo de desarrollar obesidad. Los ajustes en la ingesta calórica y la actividad física no afectaron estas conexiones.

Este estudio reveló que las horas de sueño ideales para un adulto que desea permanecer delgado, oscilan entre las 7 y las 8 horas por noche.



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