Hiperemesis gravídica, la afección del embarazo de Kate Middleton

Hiperemesis gravídica es la presencia de náuseas y vómitos intensos y persistentes durante el embarazo que pueden conducir a la deshidratación

Kate Middleton, la duquesa de Cambridge, está internada en un hospital de Londres a causa de hiperemesis gravídica, una forma extrema de náuseas y vómitos que suele ocurrir en el embarazo, a diferencia de las náuseas matutinas que suelen experimentar muchas mujeres en las primeras semanas de embarazo, la hiperemesis puede conducir a trastornos graves como deshidratación y pérdida de peso.

El trastorno, que afecta a uno de cada 200 embarazos, puede ser para algunas mujeres traumático.

Casi todas las mujeres experimentan náuseas o vómitos o «náuseas del embarazo», particularmente durante el primer trimestre del embarazo. Se cree que la causa de las náuseas y el vómito durante el embarazo es una elevación rápida de los niveles séricos de HGC (gonadotropina coriónica humana), secretada por la placenta, las náuseas y los vómitos intensos durante el embarazo pueden suceder en caso de estar esperando gemelos o tener una mola hidatiforme.

Los principales síntomas son: náuseas intensas y persistentes durante el embarazo que a menudo conducen a pérdida de peso, mareos o desmayos. Se deben realizar pruebas de laboratorio para verificar si hay signos de deshidratación: hematocrito y cetonas en orina.
Es posible que el médico necesite realizar exámenes para descartar problemas gastrointestinales y hepáticos, realizar una ecografía del embarazo para ver si está esperando gemelos o más, y para verificar si hay una mola hidatiforme.

Las comidas pequeñas y frecuentes y el consumo de alimentos secos, como galletas, pueden ayudar a aliviar las náuseas simples, debe beber mucho líquido, el agua de soda, la gaseosa de jengibre u otras aguas efervescentes pueden servir.

Se ha demostrado que la vitamina B6 (no más de 100 mg al día) disminuye las náuseas a comienzos del embarazo. Los medicamentos para prevenir las náuseas está reservada para los casos en que el vómito es persistente y tan profuso que presenta un riesgo potencial para la mamá y el feto. En casos graves, deben llevarla al hospital, donde le administrarán líquidos por vía intravenosa.

Las náuseas y el vómito generalmente alcanzan su punto máximo entre las semanas 2 y 12 de gestación y desparecen hacia la segunda mitad del embarazo. Con adecuada identificación de los síntomas y cuidadoso seguimiento, esta afección rara vez ofrece complicaciones serias para el bebé o la madre.

Los problemas psicológicos o sociales pueden estar asociados con este trastorno del embarazo y, si existen, es necesario identificarlos y abordarlos apropiadamente.

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