Fisiología del envejecimiento

El envejecimiento es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos


La característica del envejecimiento es la dependencia progresiva de las reservas homeostáticas (capacidad de mantener una condición estable). A medida que la edad avanza, la mayoría de los sistemas orgánicos muestran una reducción fisiológica de su funcionamiento, aunque la velocidad varía entre los sistemas en un mismo individuo. Se produce una reducción funcional y de la capacidad de reparación.

Sistema Circulatorio
El envejecimiento cardiovascular da lugar a una atenuación de la eficacia mecánica y contráctil. Los cambios específicos incluyen el endurecimiento de las paredes arteriales, un aumento del tono del músculo liso. Estos cambios se manifiestan por la hipertensión sistólica aislada mientras que el ventrículo izquierdo, que tiene mayor trabajo para eyectar la sangre hacia la aorta más rígida, se hipertrofia.

Con la edad, el gasto cardíaco en reposo se mantiene estable, pero el aumento del gasto cardíaco que está asociado con el ejercicio se ve atenuado, incluso en el envejecimiento saludable.

Sistema nervioso central
En el envejecimiento ocurre una disminución de la densidad neural. Hacia los 80 años se produce una disminución de la masa cerebral estimada en 30%, principalmente en la materia gris. Existe una reducción menor de los neurotransmisores centrales importantes, con efectos secundarios sobre el humor, la memoria y la función motora. Existe una deficiencia de la recaptación y el transporte de dopamina relacionada con la edad.

Sistema nervioso periférico
Con la edad avanzada, se produce una pérdida de las fibras motoras, sensitivas y autonómicas y una disminución importante, con una declinación progresiva de la velocidad de la señal de transducción dentro del cerebro y de la médula espinal. El número de células musculares inervadas por cada axón decae, provocando la denervación y la atrofia muscular.

Riñones
En el momento de nacer, la masa renal es de aproximadamente 50 g, durante la cuarta década alcanza su máximo de 400 g y luego disminuye gradualmente hasta cerca de 300 g hacia la novena década. La pérdida de masa renal se produce principalmente en la corteza renal, con un ahorro relativo de la zona medular, y se correlaciona con la reducción de la superficie corporal. Este fenómeno ocurre aun en ausencia de diabetes, hipertensión y enfermedad renal crónica.
Luego de los 30 años, el flujo sanguíneo renal disminuye progresivamente a razón de 10% por década.

Sistema respiratorio
La pérdida del soporte elástico de la vía aérea contribuye a la mayor predisposición al colapso de los alvéolos y los bronquiolos terminales, responsable de diversos efectos sobre los volúmenes pulmonares. La capacidad de cierre durante la ventilación oscilante normal aumenta gradualmente e influye sobre el volumen oscilante, dando como resultado una alteración de la relación ventilación-perfusión y una presión arterial de oxígeno reducida.
Con el aumento de la frecuencia respiratoria, la expansión pulmonar de determinadas áreas del pulmón se torna menos efectiva, lo que exacerba más la mala distribución de la ventilación-perfusión.

Sistema gastrointestinal
El envejecimiento provoca diversos cambios fisiológicos en la orofaringe, el esófago y el estómago que aumentan la posibilidad de trastornos esofágicos o gastrointestinales. La deglución comienza bajo el control voluntario y comprende la contracción coordinada de los músculos esqueléticos. Mientras que la primera etapa de la deglución es voluntaria, la segunda está gobernada por el control nervioso involuntario, lo cual conduce a la relajación del esfínter entre la faringe y el esófago. En el envejecimiento, el tiempo de conducción es más prolongado y puede haber constipación.

Sistema inmunológico
Tanto las formas innata como adquirida de la respuesta inmunológica están afectadas por los cambios del envejecimiento. Se observa una alteración de la función de los macrófagos, esencialmente la fagocitosis y la presentación de antígenos. El número de células dendríticas disminuye pero su función no se ve afectada. La función de las células B y T, que configuran el sostén principal de la inmunidad adaptativa, también están afectadas por la edad.

Piel
En la piel se producen varios cambios estructurales secundarios a una combinación de cambios degenerativos progresivos. Los cambios fisiológicos incluyen el deterioro de la función de barrera, la reducción del recambio de células epidérmicas y la disminución del número de queratocitos y fibroblastos. También es común observar la reducción de la red vascular, particularmente alrededor de los bulbos pilosos y las glándulas, manifestándose como fibrosis y atrofia cutánea.

Sistema musculoesquelético
La sarcopenia describe la pérdida de la fuerza muscular que ocurre con la edad. Entre la tercera a octava década, se produce una disminución del 30 % de la masa muscular y se reduce la superficie del área de fibras totales, lo que resulta en una significativa reducción del VO2 max (cantidad máxima de oxígeno que el organismo puede absorber)y la fuerza de contracción. Los cambios en la estructura de las fibras de colágeno dentro de las articulaciones contribuyen a la pérdida de la elasticidad.

Con la edad se producen cambios fisiológicos en todos los sistemas del organismo, se desconoce en qué medida las deficiencias fisiológicas se traducen en la acumulación de deficiencias en la salud, el principio para distinguir entre los efectos sobre la función y la fisiología propios del envejecimiento y los de la enfermedad no siempre son sencillos de reconocer en la práctica clínica.

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