Dormir poco afecta la capacidad de concentración de los niños con TDAH

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual, es un trastorno muy prevalente que, según estimaciones, afecta a entre un 5 % y un 10 % de la población infanto-juvenil

Mantener las horas de descanso es especialmente importante en los chicos con trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), ya que una leve disminución en las horas de sueño afecta su estado de vigilancia y su capacidad para mantener la atención.

A dichas conclusiones llegó el Dr. Reut Gruber en una investigación realizada en la Universidad de McGill en Canada. Los autores detallaron que dormir una hora menos por semana es suficiente para que los chicos con TDAH sufran alteraciones en su funcionamiento neuroconductual.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una de las patologías más frecuentes en los chicos ya que afecta a entre el 3% y 5% de ellos. Sus síntomas incluyen la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad.
Estas conductas se presentan esporádicamente en la mayoría de las personas, pero para diagnosticar este problema un niño debe haber tenido síntomas por al menos seis meses. El TDAH suele generar dificultades en la vida social, familiar y escolar de los chicos, pero un correcto diagnóstico y tratamiento alivia los síntomas.
Para averiguar el efecto de la falta de sueño en los chicos con TDAH, los autores trabajaron con 43 jóvenes voluntarios de alrededor de 9 años que sufrían esta condición o se encontraban sanos. Durante seis noches el Dr. Gruber, analizó su sueño normal. A continuación, pidió a los niños que quitaran horas de su descanso diario.
El Dr. Gruber observó que, tras las noches de escaso sueño, los resultados de las pruebas neuroconductuales mostraban que los chicos con TDAH tenían un menor nivel de atención y cometían más errores. El desempeño de los voluntarios sanos también disminuyó en mucha menor medida.
La reducción de la duración del sueño del estudio fue modesta y similar a la que puede darse en la vida normal. Por ese motivo, pequeños cambios en la hora de la cena, el tiempo frente a la computadora o el rato destinado a la tarea pueden causar un menor funcionamiento neuroconductual al día siguiente, y esto afecta la atención y vigilancia necesarias para un buen rendimiento académico.

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