Antes de un examen es mejor dormir toda la noche

El rendimiento óptimo se consigue cuando hay un equilibrio entre el tiempo de estudio y el sueño

Estudiar durante toda la noche para prepararse para los exámenes puede resultar contraproducente para los estudiantes universitarios, advierte el Dr. Philip Alapat, director médico del Centro de Trastornos del Sueño de Harris Health y profesor del Colegio de Medicina Baylor, en Houston Texas, EUA.

En lugar de eso, los estudiantes deben estudiar durante todo el semestre, programar las sesiones de estudio en la tarde entre las 6 p.m. y las 8 p.m. (cuando sus niveles de alerta y concentración están al máximo), y dormir por lo menos ocho horas la noche antes del examen, así como evitar estudiar a principios de la tarde, usualmente el tiempo en que se está menos alerta, y no abusar de las bebidas con cafeína.

La memoria y la capacidad de mantener la concentración mejoran mucho cuando un individuo está descansado, puede recordar mejor lo que se ha estudiado, y rendir bien en los exámenes.

Los estudiantes universitarios deben dormir de ocho a nueve horas por noche, pero la mayoría generalmente duerme mucho menos. Cualquier privación prolongada del sueño afecta el estado de ánimo, el nivel de energía y la capacidad de enfocarse, concentrarse y aprender, lo que afecta directamente al rendimiento académico.

Una falta general de sueño, en combinación con trasnocharse estudiando de vez en cuando y el consumo de bebidas con cafeína como el café, el té o las bebidas energéticas, ponen a los estudiantes en riesgo de desarrollar insomnio, y de abuso de alcohol y accidentes de tráfico.

Muchos estudiantes universitarios se gradúan de la secundaria y abandonan el ambiente familiar protector donde tienen horas límites u horas fijas para irse a dormir. En la universidad, no cuentan con esas guías para el sueño, y reconocen que pueden irse a dormir tarde. Probablemente eso contribuya a la privación del sueño comúnmente observada en los estudiantes universitarios.

La privación crónica del sueño puede contribuir al desarrollo de afecciones como la diabetes, la hipertensión y la enfermedad cardiaca. La personas que experimenten brotes de privación crónica del sueño o insomnio nocturno que dure más de unas cuantas semanas deben consultar a un especialista del sueño.
Fuente:  Harris Health System

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