¿A qué niños muerden los perros?

Las lesiones por mordeduras de perro son un problema común y devastador, con una incidencia anual de 12 personas por cada 10.000 habitantes y representan el 1% de todas las visitas a Urgencias.

Las mordeduras caninas se consideran un problema de salud pública en los países desarrollados.

Por este motivo, y dadas las consecuencias físicas y psicológicas que estos incidentes acarrean, los expertos reclaman medidas preventivas que protejan a la población infantil. Durante la celebración de la reunión anual de la Academia Americana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. El Dr. Vikram Durairaj y su equipo, de la Universidad de Colorado en Denver, han presentado los datos de un estudio,  en el que se analizan los casos de menores  que requirieron asistencia médica a causa de una mordedura de perro en los últimos 5 años.

Los niños menores  de 5 años sin supervisión son, al parecer, los que más riesgo tienen de ser mordidos, en un 89% de los casos por un perro conocido.

Las lesiones por mordeduras de perro son un problema común y devastador, con una incidencia anual de 12 personas por cada 10.000 habitantes y representan el 1% de todas las visitas a Urgencias. La probabilidad de que un niño sea atacado por un perro a lo largo de la vida es de alrededor de un 50%, y de un 80% cuando se hace referencias a las mordeduras graves que afectan la cabeza y el  cuello. En nuestro país se estima que cada año 70.000 niños  sufren la agresión de estos animales.

Durante el estudio se examinaron los casos de 537 menores, que habían sido tratados por mordeduras faciales entre 2003 y 2008. Los datos indican que  un 68% de los casos el pequeño agredido tenía 3 años; además, en la mitad de los casos (52%) los pequeños fueron mordidos por la mascota de la familia, mientras que  un 14% la lesión la produjo el perro del vecino, un 12%, el de un amigo y en 9,5%  un desconocido.

Al parecer,  en la mayoría de los casos,  el perro se sintió provocado mientras jugaba con el pequeño, por abrazos excesivos del menor, o porque el niño se asustó o lo pisó. Las mordeduras ocurren normalmente, en la cara, o en el cuello.

La gente tiende a pensar que el perro de la familia es inofensivo, pero no. Algunas heridas son tan graves que los pacientes requieren varias cirugías reconstructivas.

Durante el estudio, no se encontraron evidencias de que fueran las razas que provocan más ‘respeto’  por su apariencia las responsables de la mayoría de los ataques.

Es responsabilidad de los padres reconocer las razas agresivas, y nunca permitir  que sus hijos estén cerca de un perro si no lo están vigilando.


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