La inteligencia emocional es la capacidad de actuar de la manera correcta en una situación determinada, tener la sensibilidad para tomar la decisión apropiada en cada momento de la vida y de esta forma destacar en todos los ámbitos. La inteligencia emocional no está relacionada con el coeficiente intelectual ni con la cantidad de datos almacenados en el cerebro, aunque mientras mayor sea el conocimiento del individuo, más fácil será aplicar su inteligencia emocional.
Daniel Goleman, psicólogo estadounidense, autor del libro Emotional Intelligence, la inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos en sí mismo y en otros, siendo hábil para “gerenciarlos” al trabajar con otros.
De acuerdo con los estudiosos de la materia, la inteligencia emocional se basa en cinco principios:
1.- Recepción, es decir lo que incorporamos a nuestro ser por alguno de nuestros cinco sentidos.
2.- Retención, la información que almacena nuestro cerebro y que tenemos la capacidad de emplear en determinada circunstancia.
3.- Análisis, o procesamiento de la información que se encuentra almacenada en nuestro cerebro y capacidad para interrelacionarla con experiencias anteriores o paralelas.
4.- Emisión, es decir la manera de comunicar un sentimiento o conocimiento ya sea mediante el lenguaje verbal o corporal.
5.- Control, o capacidad de modular los instintos, sentimientos o impulsos que nos genera determinada circunstancia.
Estos cinco principios están interrelacionados. Por ejemplo una persona es más receptiva y tiene mayor interés y capacidad de retención cuando se le presenta información que es de su interés. También se le facilita analizarla, ya que generalmente cuenta con un almacén de datos relativos a dicha información; y cuando uno entiende y le interesa un tema, puede transmitir un mensaje al respecto con mayor claridad.
Rosabeth Moss Kanter, profesora de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard establece 5 puntos para lograr el éxito en el trabajo.
A.- La voz. Si una persona cuenta con una excelente idea, método, concepto o teoría, pero no es capaz de transmitirla de manera clara y entendible, no logrará que su interlocutor la entienda y la aprecie. Es fundamental contar con un lenguaje articulado y de preferencia tener la capacidad de expresarse en varios idiomas.
B.- Imaginación. La creación de nuevos conceptos así como su implementación son fundamentales para que una empresa pueda crecer, destacar y ser líder.
C.- Retribución. Se trata de establecer conexión con el entorno que rodea la empresa mediante acciones de índole social. Ofrecer una retribución a las comunidades con las que se interactúa con la finalidad de desarrollar un sentido de conexión con la gente lo cual eleva la motivación, incrementa la identificación con la firma y por ende, la productividad global. Un ejemplo es la construcción de casas en la cual participan los empleados de Televisa que brinda una gran satisfacción personal en cada uno de los empleados que participan.
D.- Compromiso. La lealtad es una gran ventaja competitiva para las personas y empresas que la poseen. El empleado debe sentirse parte de la empresa, escuchado y apoyado en sus proyectos. De esta forma se lograr que traiga “la camiseta puesta” y esté profundamente orgulloso de laborar en la empresa.
E.- Asociación. Es el poder de crear, desarrollar y mantener alianzas que permitan obtener resultados de manera efectiva y productiva. Cada vez vemos más empresas o personas que se asocian con la finalidad de aprovechar las diferencias como la creatividad de uno y el capital del otro y de ésta manera ser más competitivas en la sociedad actual donde se ofrece un sinnúmero de servicios parecidos y el consumidor tiene la capacidad de escoger para adquirir el producto de mejor calidad y precio.
Para poder alcanzar la inteligencia emocional hay que contar con 4 grupos de competencias emocionales:
a.- Auto-conciencia: tener la capacidad de reconocer los sentimientos y estados emocionales propios y de los demás.
b.- Auto-regulación: capacidad de controlar y cambiar impulsos negativos en positivos, evitar hacer juicios y pensar antes de actuar.
c.- Empatía: es la habilidad para “ponerse en le zapato del otro”. Poder sentir y palpar las necesidades de la otra persona o de la empresa para la cual se trabaja.
d.- Socialización: poder relacionarse de manera adecuada y cordial con las personas con las cuales uno interactúa.
Para alcanzar la inteligencia emocional no es suficiente tomar un curso de dos días para conocer la teoría. Hay que trabajar todos los días para desarrollar las capacidades que nos permitirán llegar al éxito. Incluso hay empresas que contratan entrenadores especializados durante 6 meses para que los empleados puedan aplicar los conocimientos en el día a día. Pero a nivel personal, es necesario entender los conceptos y trabajar todos los días en la aplicación de los mismos en cada circunstancia. A continuación proporcionamos 7 herramientas que ayudan a alcanzar la inteligencia emocional, las 7 empiezan con la letra “S”.
1.- Salud. Hay que cuidar la salud para tener la fuerza y las ganas de desempeñar cualquier actividad. Se recomienda hacer ejercicio todos los días, alimentarse sanamente y someterse a revisiones médicas periódicas.
2.- Serenidad. Ante cualquier situación incómoda o que despierte enojo y desesperación hay que mantenerse sereno, para lo cual son útiles las técnicas de auto-relajación.
3.- Sinceridad. Siempre hay que actuar con base en la ética, la honestidad y la justicia, diciendo la verdad de manera amable y respetuosa.
4.- Sencillez. Es fundamental poder manejar las relaciones personales y profesionales con humildad y simplicidad, reconociendo los valores y logros propios, pero también los de los demás y teniendo claro que de todo ser humano se puede aprender.
5.- Simpatía. No se trata de ser el bufón del grupo, pero es fundamental ser cortés, amable y educado, evitando en todo momento el cinismo, el sarcasmo, la burla, la humillación y la discriminación. Hay que tener la capacidad de entablar conversaciones con humor y alegría, disfrutando de la interacción con los otros seres humanos.
6.- Ser servicial. Atender las necesidades de quienes nos rodean a nivel familiar, laboral y vecinal. El poder ayudar a los demás genera una gran satisfacción a nivel personal.
7.- Sinergía. Es fundamental crear un espíritu de cooperación y ayuda en los ámbitos laboral, familiar y social en general. Tener conciencia de que cada integrante de un equipo es parte clave, más no indispensable, del mismo. Es fundamental la coordinación, el apoyo, la disposición para aprender y la visión común para lograr los objetivos establecidos y que representan un bien global.
La competitividad de una persona depende de su equilibrio intelectual, lingüístico, emocional y corporal, de tal forma que el desarrollo de estas 7 “S” puede contribuir a elevar los niveles de perfección en todos los ámbitos y ayudarnos a alcanzar lo que deseamos.
