La bacteria responsable de úlceras estomacales, la Helicobacter Pylori, también parece desempeñar un papel en el desarrollo de la Enfermedad de Parkinson, según una nueva investigación llevada a cabo en Estados Unidos, encabezada por la Dra. Traci Testerman, de la Universidad Estatal de Louisiana.
El estudio, se llevó a cabo con ratones, y mostró que aquéllos infectados con la Helicobacter Pylori desarrollaron los síntomas de la Enfermedad de Parkinson.
La investigación, presentada durante la reunión de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, sugiere que la infección podría tener un «rol significativo» en el desarrollo de la Enfermedad de Parkinson.
La Enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta la forma como el cerebro coordina las funciones de movimiento corporal.
Desde hace varias décadas, incluso antes de que se estableciera que la infección de Helicobacter Pylori, era la causa de úlceras, los científicos habían notado un vínculo entre estas úlceras y la Enfermedad de Parkinson.
Varios estudios recienten han demostrado que las personas con la enfermedad tiene más probabilidad de ser infectadas por la bacteria, y que los pacientes con la Enfermedad de Parkinson que reciben tratamiento para la infección y se curan muestran una mejora leve en el trastorno.
En la nueva investigación, los científicos infectaron con la bacteria a ratones de mediana edad, equivalente a tener entre 55 y 65 años en edad humana.
Seis meses más tarde los animales empezaron a mostrar síntomas relacionados a la Enfermedad de Parkinson, como capacidad reducida de movimientos y niveles menores de dopamina. Estos cambios, dicen los investigadores, no se presentaron en los ratones más jóvenes.
El hallazgo sugiere que la infección de Helicobacter Pylori puede jugar un papel significativo en el desarrollo de Parkinson en los humanos. La infección de ratones de mediana edad con una cepa particular de la Helicobacter Pylori resulta en el desarrollo de síntomas de la Enfermedad de Parkinson después de entre 3 y 5 meses, confrima la Dra. Testerman. Agrega que los resultados fueron mucho más drásticos en ratones viejos que en ratones jóvenes, lo que demuestra que el envejecimiento normal incrementa la susceptibilidad de los cambios parkinsonianos en ratones, al igual que en los humanos.
Los científicos creen que el mecanismo que conduce a este vínculo es que la bacteria produce sustancias químicas que son tóxicas al cerebro.
La Dra. Testerman explica que un estudio llevado a cabo en la isla de Guam para investigar porqué algunas poblaciones del territorio tienen un mayor riesgo de desarrollar la Enfermedad de Parkinson, encontró que un compuesto específico que se encuentra en las semillas de la planta Cycadophyta, que suelen comer estas poblaciones, es neurotóxico.
Y se ha demostrado que el compuesto es casi idéntico a la sustancia tóxica que produce la Helicobacter Pylori.
Este estudio es interesante y sugiere que la bacteria puede liberar una toxina que puede matar neuronas. Sin embargo, los resultados deben tomarse con cautela. La investigación fue llevada a cabo con ratones infectados con dosis relativamente altas de la bacteria.