Un hospital en EUA ha empezado a poner a prueba un nuevo videojuego para controlar la ira entre los más jóvenesRage Control (Control de la ira) utiliza un aparato que se coloca en el dedo del niño para controlar su frecuencia cardíaca, de modo que cuando el latido del corazón se acelere el sujeto pierda la habilidad de disparar las naves espaciales del enemigo.
La idea es que el jugador aprenda a mantener la calma si quiere continuar en el juego, y los investigadores aseguran que esto ha permitido disminuir significativamente los niveles de ira entre los jóvenes que participaron en el estudio.
Los resultados del trabajo dirigido por el Dr. Peter Ducharme se publicaron en la revista Adolescent Psychiatry. Las conexiones entre los centros de control ejecutivo del cerebro y los centros emocionales son débiles en personas con serios problemas de ira, sin embargo, para controlar la ira, los jugadores deben aprender a usar estos centros a la vez y así ganar puntos.
El estudio se llevo a cabo en el Hospital Infantil de Boston, y a lo largo del proyecto se compararon dos grupos de niños y adolescentes con edades comprendidas entre los 9 y los 17 años.
Ambos grupos recibieron tratamientos normales de manejo de la ira, pero el segundo grupo también utilizó el videojuego Rage Control durante 15 minutos al final de la sesión.
Una vez finalizada la investigación, se concluyó que tras cinco sesiones, los adolescentes que jugaron sabían mantener bajo el ritmo cardíaco con mayor facilidad, y también puntuaron menos en la escala de ira.
El equipo anunció que el próximo paso en el proyecto incluirá la producción de juguetes diseñados con los mismos principios, orientados a niños demasiado jóvenes como para usar un videojuego.