Unos parches para la piel que liberan estrógeno en la sangre pueden ser un tratamiento más económico y seguro contra el cáncer de próstata que las terapias actuales, según un nuevo estudio dirigido por el Dr. Paul Abel, del Imperial College de Londres.
El tratamiento más usado actualmente se basa en inyecciones de una sustancia química que corta los niveles de testosterona, la fuerza motriz de muchos cánceres de próstata, pero causa efectos secundarios.
El Dr. Abel y su grupo de científicos compararon la aplicación de parches con inyecciones en 254 pacientes, el resultado, fue que los parches eran seguros y evitaban efectos secundarios parecidos a los síntomas que aparecen durante la menopausia.
El estrógeno y la testosterona son sustancias químicas muy parecidas, por lo que aumentar de forma gradual los niveles de estrógeno en el cuerpo puede reducir la cantidad de testosterona producida y así ralentizar el crecimiento de este tipo de cáncer, el consumo por vía oral de estrógeno provoca significativos problemas de salud, incluida una sobredosis en el hígado.
El tratamiento más utilizado es a base de inyecciones de LHRHa (hormona liberadora de hormona luteinizante), que reduce la producción de estrógenos y testosterona, sin embargo, también tiene efectos secundarios parecidos a los que sufren las mujeres durante la menopausia.
El siguiente paso es probar si los parches de estrógeno son tan efectivos deteniendo el crecimiento del cáncer de próstata como las terapias de hormonas actuales. Actualmente se realizan pruebas en 600 pacientes. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Lancet Oncology.