Las estatinas, fármacos que pueden reducir dramáticamente los niveles de colesterol, quizás puedan también algún día resultar útiles para combatir los casos graves de influenza.
Un estudio preliminar que aparece en la revista Journal of Infectious Diseases halla que los pacientes hospitalizados por influenza tienen menos probabilidades de morir si toman una estatina, en comparación con sus pares que no tomaban uno de los fármacos.
Pero es demasiado pronto para considerar añadir las estatinas a las armas existentes contra la gripe, señalaron los autores.
«En este momento, las estatinas no deben convertirse en la atención estándar para las personas hospitalizadas por influenza», advirtió la coautora del estudio, la Dra. Ann Thomas, médica de salud pública de la División de Salud Pública de Oregon, en Portland. «Nos gustaría ver más estudios y creo que hacerlos valdría la pena».
Ahora mismo, las vacunas preventivas y los antivirales son las mejores armas contra este cambiante enemigo, pero ambas se quedan muy cortas de la perfección.
Las estatinas han despertado el interés de los virólogos y otros porque tienen propiedades antiinflamatorias que podrían mitigar el daño ocasionado por el virus de la influenza.
«Ha habido un par de estudios que revelan una asociación aparente entre las estatinas y una disminución de la mortalidad en pacientes que han sufrido de sepsis (infecciones de la sangre) que tenían neumonía adquirida en la comunidad», señaló el Dr. Bruce Hirsch, médico responsable de enfermedades infecciosas del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York.
Este es el primer estudio observacional en investigar una posible relación entre las estatinas y las muertes por influenza.
Los autores revisaron los expedientes médicos de más de 3,000 pacientes hospitalizados con influenza confirmada en el laboratorio en diez estados en la temporada de gripe 2007-2008.
Los pacientes que recibían estatinas tenían 41 por ciento menos probabilidades de morir, encontró el estudio, incluso tras considerar la edad, la presencia de enfermedad del corazón, los pulmones y/o los riñones, si habían recibido o no una vacuna contra la gripe, y si habían recibido o no antivirales como el oseltamivir.
Pero el estudio también adolece de varias limitaciones, reconocieron los autores. Tal vez la más importante es que los autores no saben si los pacientes que tomaban estatinas ya eran más sanos que los que no las tomaban.
«No hay duda de que estas observaciones son sorprendentes en términos de la muerte por influenza, pero no pueden decir el motivo», comentó el Dr. Len Horovitz, especialista pulmonar del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. «¿Por qué tomaban estatinas estas personas? ¿Eran pacientes cardiacos? ¿Pensaban que era una buena idea porque tenían niveles terribles de colesterol?».
Un ensayo aleatorio controlado proveería algunas de estas respuestas, pero solo se han registrado dos, uno de los cuales terminó y otro que ya no está reclutando.
Este estudio fue patrocinado por el Programa de Infecciones Emergentes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de E.U.A., que por lo general solo hace estudios observacionales, apuntó Thomas.