El 80 % de los mexicanos es incapaz de hablar sobre sexo con sus hijos debido a los tabúes, sobre todo religiosos, y a la formación de su entorno familiar, comenta el psicoanalista Juan Pablo Arredondo.
Un 20 % lo hace relativamente bien, entre el 20 % y 30 % se desempeña regular con problemas y el resto lo hace con un mal enfoque y mensajes pésimos.
El Psic. Arredondo explica que lo más importante al abordar la sexualidad con los hijos es el lenguaje no verbal, las actitudes que expresa nuestra propia vivencia al respecto.
Destacó que las concepciones religiosas son uno de los principales obstáculos para tratar temas de sexo, debido a que reducen la sexualidad a la procreación y olvidan el placer como uno de los elementos más importantes.
En su opinión, la idea de mantener ocultos los temas relacionados con el sexo parte de la falsa creencia de suponer que si los menores tienen mayor información, comenzarán a ejercer su sexualidad con mayor precocidad.
Las investigaciones señalan que esto no es así, pues mientras los menores dispongan de mayor información, tienen más posibilidades de manejar su sexualidad de manera más adecuada, más tarde, con mayor responsabilidad y sin ceder a presiones sociales.
Según el terapeuta, cuando los padres hablan de sexualidad, la reducen a la reproducción y prefieren no hablar del placer sexual.
En cuanto a la edad ideal para empezar a hablar de sexo con los hijos, depende de la madurez del menor ya que desde pequeños los niños viven una etapa de exploración y se preguntan, por ejemplo, «por qué papá tiene pene y mamá no», lo que se debe a su curiosidad normal para conocer el mundo.
Los padres pueden explicar la mayor parte de los temas de manera natural, pero marcan la diferencia cuando se trata de sexualidad, por ello se debe abordar los temas sexuales con la mayor naturalidad y objetividad posible, y responder a las preguntas de manera concreta.
A muchas personas les cuesta hablar de masturbación, de menstruación, de anatomía de los órganos genitales, entre otros temas, y utilizan palabras que les parecen más suaves, pero que distorsionan la realidad.
Sobre la desnudez ante los hijos, es un tema de convencionalismos y del pudor en la familia. En cada caso habrá señales de padres e hijos que indiquen cuándo se debe limitar.
Actualmente muchos adolescentes comienzan su vida sexual cada vez más temprano, a partir de los 14 años, y no existen recetas para preparar a los hijos para esta etapa. Lo más importante es hablar con claridad de los riesgos ante embarazos y contagios de enfermedades de transmisión sexual, además de alcanzar la madurez emocional para una vida plena, con valores de respeto al cuerpo propio y al ajeno.
En especial, tratar con los jóvenes el tema de su omnipotencia, la idea de que son súperheroes que todo lo pueden y creen que no les pasará nada y por ello se arriesgan no solo en el sexo, sino en el consumo de alcohol o al salir a altas horas.
El 98 % de los varones adolescentes se masturba, aunque todos lo niegan, mientras que solo cerca del 30 % de la mujeres lo hace.