Ultrasonido de carótida para medir riesgo de infarto

El ultrasonido de la arteria carótida permite medir el riesgo de desarrollar un infarto de corazón o cerebro.



Fotografía: Healthscans


Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte a nivel mundial y en la mayoría de los casos están relacionadas con la carga genética y lo hábitos de la persona por lo que generalmente son predecibles. Pero para poder determinar el riesgo cardiovascular de una persona de manera más precisa, hoy en día existen estudios que pueden proporcionarnos información sobre el riesgo que tenemos de padecer un infarto de corazón o cerebro.

El Dr. Angel Lee, neurocirujano explica que hoy en día hay dos estudios de imagen que valoran el impacto que tuvieron los efectos del riesgo cardiovascular en una persona en particular.

El primer estudio es la medición del calcio en las arterias coronarias, que son las que llevan sangre oxigenada al corazón, para determinar su nivel de calcificación. Esto se puede valorar mediante una tomografía computarizada que es una radiografía especializada con se permite contar con imágenes de cortes a nivel de tórax y la computadora mide de manera muy precisa el contenido de calcio.

El Dr. Lee afirma que otro estudio que ha demostrado tener gran utilidad en determinar el riesgo de una persona a padecer un evento cardiovascular es el ultrasonido de la arteria carótida, que viaja por el cuello y es la responsable de llevar sangre oxigenada al cerebro y al resto de la cabeza. Este es un estudio más barato, más sencillo y menos invasivo y puede realizarse con un ultrasonido portátil. Los que se hace es poner el transductor en el cuello de la persona y medir el grosor de la íntima-media de la carótida y de esta forma determinar el riesgo cardiovascular. El grosor de la arteria se mide con una precisión de milésimas de milímetro. A mayor grosor de la arteria mayor será la posibilidad de tener un infarto de corazón o de cerebro

La buena noticia, es que una persona con una arteria carótida engrosada, que deja de fumar, baja de peso y comienza a hacer ejercicio, puede revertir el daño arterial.

El ultrasonido de carótida está indicado en toda persona mayor de 35 años que desconoce su riesgo cardiovascular.





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