Los tumores benignos de la piel, son lesiones muy frecuentes que pueden localizarse en la epidermis, el tejido conectivo dérmico y el tejido subcutáneo así como las estructuras que se encuentran en dermis incluyendo nervios y vasos sanguíneos. Por lo regular estas lesiones no comprometen la vida o la salud del paciente.
Los tumores benignos de la piel, no producen dolor o comezón. Básicamente, se distinguen por su forma y localización. Entre los más frecuentes se encuentran:
A) Tumores Epidérmicos, la queratosis seborreica: Las queratosis seborreicas son tumoraciones benignas que representan una proliferación de células basales epidérmicas. Clínicamente aparecen como pápulas y placas, de superficie verrucosa, de coloración variable, que se adhieren a la superficie cutánea. Las queratosis seborreicas son muy frecuentes en la población y generalmente inician su aparición en la adolescencia, con múltiples lesiones localizadas en cabeza y tronco.
La dermatosis papulosa nigrans se caracteriza por múltiples lesiones en la cara de personas de raza negra.
Acrocordon: son pequeñas tumoraciones múltiples, pedunculadas, de color sonrosado o pigmentados, localizadas en el cuello. Pueden tener un carácter familiar. Existen casos que describen la asociación de estos tumores con pólipos colónicos o diabetes. Cuando las lesiones son de mayor tamaño se denominan fibromas blandos o péndulos.
Nevus epidérmico: tumor benigno de la epidermis, que se observa como una placa elevada, verrucosa, excrecente, de color variable, amarillento, parduzco. El nevus epidérmico suele estar presente en el nacimiento, e incrementa su tamaño con la edad.
Nevus de Becker: Se trata de un nevus epidermico pigmentado y piloso que se caracteriza por presentarse como una mácula pigmentada, de intensidad variable, de bordes irregulares, que es más frecuente en el varón y que se localiza preferentemente en el torax afectando a la región escapular o anterior. El nevus de Becker es probablemente congenito y suele hacerse más evidente en la adolescencia acompañándose de la presencia de hipertricosis. Puede asociarse a trastornos como la hipoplasia mamaria ipsilateral o alteraciones musculo-esqueléticas.
Queratoacantoma: tumor de crecimiento rápido, en el período de unas semanas, la morfología del cual recuerda un botón, con un cráter central relleno de queratina. Las lesiones si no se tratan crecen durante semanas y posteriormente involucionan y vuelven a desaparecer. El estudio histológico muestra una tumoración epidérmica endo-exofítica con marcada hiperplasia epidérmica centrada en un crater ocupado por queratina.
B) Quistes cutáneos
Quistes sebáceos: el término de quistes sebáceo ha sido utilizado incorrectamente para describir los quistes de origen epidérmicos y/o folicular. Estos quistes se clasifican en relación al nivel en que se originan en epidérmicos, pilares o triquilemales y pilomatrixoma. Los epidérmicos son los más frecuentes, se originan en la porción superficial del folículo, clínicamente se presentan como lesiones elevadas, en forma de cúpula, cubiertas de una piel normal. El contenido es blanquecino, maloliente, y consiste de una mezcla de sebo, bacterias y restos de queratina. Los quistes pueden permanecer estables durante tiempo, pero en algún momento pueden inflamarse y causar dolor e inflamación, drenando un material purulento. Los quistes pilares se originan en la porción media del folículo y se caracterizan por formar una queratina abrupta y compacta. Se localizan preferentemente en el cuero cabelludo como nódulos profundos, de crecimiento lento que pueden ser asintomáticos durante varios años adquiriendo gran tamaño. Los pilomatrixomas son los originados en la porción más profunda del folículo, son frecuentes en niños y adolescentes.
Quistes de Milium: son quistes pequeños de unos milímetros de tamaño, que generalmente se encuentran en la cara.
Quistes mixoides: los quistes mixoides aparecen con frecuencia en la región de las articulaciones interfalangicas distales. Estos tumores en general son fluctuantes y contienen un material gelatinoso, formado por ácido hialurónico.
C) Tumores con diferenciación sebácea
Hiperplasia sebácea: es un tumor benigno muy frecuente que afecta a personas de adultas con la presencia de múltiples pápulas amarillentas sobreelevadas de 1 a 3 mm de diámetro distribuida en cara y frente, las lesiones presentan una característica depresión central.
Nevus sebáceo de Jadossonhn: Tumor congénito frecuente que afecta al 0.3% de los recién nacidos, que consiste en una placa amarillenta bien delimitada de 1-6 cm de diámetro, que suele afectar al cuero cabelludo, cursando con alopecia cicatricial congénita. Este tumor presenta 3 fases de crecimiento, una fase macular, presente en el naciemiento e infancia, una fase verrucosa en la adolescencia y una fase tumoral presente en más del 40% de casos en los que se desarrollan tumores epiteliales benignos y malignos.
D) Tumores con diferenciación ecrina
Siringomas: tumores frecuentes de las glándulas sudorales ecrinas, que se localizan en la cara, afectando de forma simétrica a ambas regiones infraorbitarias. Clínicamente se observan como pequeñas lesiones papulares múltiples de color amarillento, son más frecuentes en pacientes con Síndrome de Down. Debe establecerse el diagnóstico diferencial clínico con los xantelasmas.
Tumores de la dermis y tejidos subcutáneos
Queloide: es una lesión reactiva frecuente que representa una cicatriz exuberante, que se extiende más allá de la cicatriz original. La mayoría se desarrollan después de un traumatismo o una intervención quirúrgica, pero en ocasiones aparecen espontáneamente, tras lesiones inflamatorias banales como lesiones de acné o tratamientos cosméticos con electrocoagulación o láser. Son más frecuentes en los adolescentes y en las personas de fototipo de piel oscura. Son frecuentes las recurrencias.
Dermatofibroma: representa uno de los tumores benignos más frecuentes. Afectan más a las mujeres, generalmente localizados en las piernas y se caracterizan por lesiones nodulares de 1 cm de diámetro, duras al tacto e hiperpigmentadas. Pueden aparecer después de pequeños traumatismos o picaduras de insectos.
Neurofibromas: Es el tumor neural más frecuente. En la mayoría de los caos es solitario y no asociado con otras manifestaciones sistémicas. Sin embargo la presencia de múltiples lesiones nos ha de orientar hacia la neurofibromatosis de von Recklinghausen. Clínicamente se presentan como tumores sesiles, endo-exofiticos de coloración sonrosada y de consistencia blanda. El estudio histopatológico demostrará la presencia de una tumoración dérmica no capsulada compuesta por la proliferación de fibras nerviosas.
Lipoma: Son los tumores benignos dérmicoso subcutáneos más frecuentes. Afectan especialmente al tronco y extremidades superiores, generalmente son múltiples consisten en tumoraciones subcutáneas, blandas, compuestas por masas uniformes de adipocitos. Existen formas superficiales que se corresponden con los fibrolipomas pedunculados.
E) Tumores vasculares
Hemangiomas Rubí o senil: son tumores vasculares benignos extremadamente frecuentes, en ocasiones familiares, clínicamente se presentan como pequeñas pápulas de 2-6 mm, múltiples elevados hemisféricos, que aparecen en la edad media de la vida o posteriormente, localizados especialmente el tronco.
Lago venoso: representan dilataciones vasculares que aparecen en zonas dañadas por el sol, especialmente en los labios de personas adultas.
Granuloma piogénico: Es un tumor benigno, de crecimiento rápido, caracterizado por lesiones hemisféricas rojo violáceas, de consistencia friable, que sangra con extrema facilidad y está producido por la proliferación de vasos capilares inflamados, generalmente ocurre tras traumatismos. Es frecuente su localización en los dedos o mucosas.
F) Tumores Vasculares en la infancia
Las tumoraciones vasculares son frecuentes especialmente en la infancia. En la actualidad se clasifican en dos grupos los hemangiomas, que incluyen las proliferaciones vasculares benignas con una fase de crecimiento y una de involución y las malformaciones vasculares que incluyen alteraciones en el desarrollo vascular.
Hemangiomas
Los hemangiomas son los tumores de partes blandas más frecuentes en la infancia, que afectan del 5 al 10% de los niños de 1 año incluyéndose dentro del termino de hemangioma aquellos tumores vasculares que presentan un ciclo de crecimiento e involución que los debe diferenciar de otras tumoraciones vasculares que representan en realidad alteraciones estructurales de vasos (arterias, venas, linfáticos o combinaciones de ellos) y que no presentan el ciclo de proliferación-involución.
Para la mayoria de los tipos de tumores benignos de la piel, se desconocen sus causas. Sin embargo, el factor hereditario es uno de los principales factores predisponentes. En otros casos, como las verrugas, se adquieren por contacto, principalmente debido al virus del papiloma humano.
Si existe algún motivo para sospechar que existe un cáncer de la piel, el médico empleará uno o más métodos para determinar si la enfermedad se encuentra realmente presente. El médico observará el tamaño, la forma, el color y la textura del área en cuestión, y si ésta sangra o se descama.
Se examinará el resto del cuerpo para ver si tiene manchas o lunares que puedan estar relacionados con el cáncer de la piel. Es posible que sea necesario hacer otras preguntas u otros exámenes, dependiendo de su estado de salud, en particular.
Si el médico piensa que un área pudiera presentar un cáncer de la piel no melanoma, éste tomará una muestra de piel del área sospechosa para examinarla con un microscopio. Esto se llama una biopsia de piel. Para hacer esta prueba pueden utilizarse diferentes métodos. El método elegido depende del tipo de cáncer de la piel no melanoma, de la localización del mismo en el cuerpo y del tamaño del área afectada.
La mayoría de los tumores benignos de la piel, no tienen mayor complicación que el aspecto estético, y la sensación de verguenza y pudor que suelen producir en el paciente. Sin embargo, en algunos casos, los menos, un tumor benigno puede evolucionar y transformarse en un tumor maligno. Es por ello, que el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno, son esenciales en estos casos.
Para el tratamiento de los tumores benignos de la piel, existen diversas opciones:
Los corticoides constituyen la base de casi todos los tratamientos. Este medicamento cumple con el objetivo de reducir la inflamación de la piel, pero su empleo puede ser delicado. Otras opciones que ofrece la dermatología son:
Electrocoagulación. Técnica que consiste en tocar la lesión con una aguja que aplica una descarga eléctrica y destruye los vasos sanguíneos que forman el tumor.
Nitrógeno líquido. Este gas líquido se aplica a muy baja temperatura mediante un aerosol especial, logrando el mismo efecto que el método anterior, ya que congela y anula la lesión.
Láser. El rayo se dirige al capilar venoso seleccionado para que se aumente la temperatura de la sangre, que en milésimas de segundo se coagula y provoca que el tumor se desvanezca. Esta técnica corrige la lesión vascular y no afecta a tejidos y estructuras cercanos, por lo cual es recomendada incluso en niños de pocas semanas de edad.