El trastorno de personalidad limítrofe, está considerado como un padecimiento que afecata la conducta de las personas, se trata de un trastorno de la personalidad, también conocido como «Border». Se caracteriza por una inestabilidad en el estado de ánimo, relaciones interpersonales, imagen personal, y comportamiento. Las personas con personalidad limítrofe suelen actuar de manera impulsiva. Este comportamiento interrumpe la vida familiar y laboral, la planeación a largo plazo, y el sentido de individualidad.
La persona que padece este trastorno de personalidad, manifiesta una gran dificultad para enfrentar separaciones de sus seres queridos, y tratan a toda costa de mantenerlos junto a ellos, y evitar así quedarse solos.
En casos severos, pueden buscar alivio del dolor interno al cortarse, quemarse, o arañarse a sí mismos, con estas acciones, también intentan producir lástima para que la persona querida no se aparte de su lado.
Aunque no se cuentan con cifras exactas, se sabe que este trastorno psiquiátrico, afecta a 2 de cada 100 personas.
Los síntomas suelen manifestarse cuando el afectado se enfrenta a una separación, o bien alguna persona que tiene en estima, pretende separarse de el, el paciente es demasiado sensible ante el rechazo y pueden reaccionar de manera violenta y maquiavélica ante la mínima intención de separación por parte de amigos, amantes o familia.
Los síntomas más frecuentes en personas con personalidad limítrofe son:
– Temor irracional al abandono.
– Comportamientos desesperados y extremistas para evitar el abandono.
– Cambios brúscos de estado de ánimo.
– Impulsividad extrema.
– En términos emocionales, todo lo ven en «blanco y negro», es decir, una persona será buena o mala.
– Odian a una persona o la aman con extremo.
– Inestables emocionalmente.
– Son compradores compulsivos.
– Suelen ser primiscuos.
– Abuso de drogas o de alcohol
– Auto-lesión, amenazas suicidas
– Trastornos de alimentación.
– Sentirse incomprendidos, aburridos, y vacíos
– Baja autoestima y aprecio por si mismos.
– Problemas con el control de ira, manifestada como periodos de enojo intenso, incontrolable, y con frecuencia irracional
Episodios (por lo general precipitados por estrés) de paranoia intensa, disociación, o patrones de pensamiento que están al límite de la psicosis (de ahí el término «limítrofe»)
Se desconocen con exactitud las causas que producen este trastorno de la personalidad, algunas teorías afirman que se debe al conjunto de una falla en la química cerebral, genética y factores sociales.
Por otra parte, se ha encontrado cierta recurrencia de este padecimiento en personas que han enfrentado en su niñez el abandono, violencia, separaciones, negligencia y abuso sexual.
Sólo un médico psiquiatra puede diagnosticar y tratar este padecimiento, a través de una historia clínica completa, un exámen físico, algunas pruebas neurológicas para descartar otros trastornos, así como tests específicos para comprobar la existencia del trastorno.
El paciente puede manifestar colateralmente otros trastornos como: depresión, abuso de sustancias tóxicas, trastornos de ansiedad, Trastorno bipolar, Paranoia, entre otros.
En situaciones de crisis, el paciente es capaz de provocar serios conflictos a su alrededor, incluso puede lastimarse fisicamente llegando al suicidio, o bien puede provocar la muerte de cualquier persona que se encuentre a su lado.
En cuanto se sospeche que una persona padece personalidad limítrofe, lo mejor, es buscar la ayuda de un especialista en psiquiatría con experiencia, para encontrar la mejor solución y manejo de estos casos.
El tratamiento debe estar a cargo de un psiquiatra con experiencia en este tipo de casos. El manejo médico puede incluir psicoterapia específica individual y familiar.
El tratamiento puede tomar años, y por lo regular se basa en una terapia de comportamiento dialéctico, que es un tipo de terapia cognitiva conductual que ha mostrado particular éxito en personas con personalidad limítrofe o border.
El objetivo de esta terapia es que el paciente se concientice sobre su propio comportamiento, y adquiera la capacidad de tolerancia hacia la frustación, ansiedad, soledad, y enojo, además que aprenda a controlar su comportamiento impulsivo y mejore sus habilidades para relacionarse con los demás.
Para disminuir la ansiedad y la depresión, puede ser necesaria la aplicación de ciertos medicamentos antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo para tratar la depresión coexistente y los cambios de humor. Se pueden usar medicamentos antipsicóticos en bajas dosis para controlar el pensamiento distorsionado y la ira.