Un nuevo estudio realizado en el Hospital Brigham y de Mujeres de la Facultad de Medicina Harvard en EUA ha encontrado que las mujeres que trabajan en turno rotativo de noche, tienen riesgo de diabetes.
Los investigadores siguieron a 69.269 mujeres (de 42-67 años) y 107.915 mujeres (25-42 años) que no tenían diabetes, enfermedad cardiovascular, o cáncer inicialmente.
A los participantes se les preguntó cuánto tiempo habían trabajado en turnos nocturnos rotativos definidos como al menos tres noches por mes además de los días y las tardes en ese mes, al inicio; esta información fue actualizada cada 2 a 4 años. La diabetes tipo 2 fue confirmada por un cuestionario suplementario validado.
En total, los investigadores documentaron 6.165 y 3.961 casos de diabetes tipo 2 durante los 18-20 años de seguimiento. En el análisis, con ajuste para factores de riesgo de diabetes, la duración del trabajo por turnos se asoció monótonamente con un riesgo aumentado de diabetes tipo 2, en ambos grupos.
El estudio fue publicado en la revista PLoS Medicine. El trabajo de turno nocturno rotativo generalmente está asociado con desalineación crónica entre el sistema de ritmo circadiano endógeno y los ciclos de comportamiento.
Se ha encontrado que esta desalineación circadiana produce consecuencias adversas metabólicas y cardiovasculares, incluyendo una disminución en la leptina, un aumento en la presión sanguínea arterial media, y reducción del sueño.
Otros factores como los patrones sociales alterados (resultando de horas de trabajo atípicas conduce a problemas familiares, apoyo social reducido, y estrés) y los cambios desfavorables para los biomarcadores (por ej., colesterol y otros lípidos, plasminógeno, presión sanguínea, y actividad cardiaca) también impactan desfavorablemente la salud.