La terapia ocupacional para niños hiper o hiposensibles al sonido, el tacto u otros sentidos ayuda a controlar los síntomas, los pediatras advierten que padres y médicos deben estar atentos a no subestimar un trastorno subyacente.
Existe gran controversia entre los médicos sobre el uso de la llamada terapia de integración sensorial, en la que terapeutas ocupacionales utilizan cepillos, hamacas, pelotas, música y otras herramientas para ayudar a los niños a adaptarse a los estímulos externos. Es una preocupación porque los trastornos de procesamiento sensorial son un síntoma de un trastorno del desarrollo, comenta la Dra. Michelle Zimmer, del Hospital de Niños de Cincinnati, coautora de las nuevas guías sobre la terapia de integración sensorial de la Academia Estadounidense de Pediatría.
El trabajo de un terapeuta ocupacional es útil y la única precaución a tener en cuenta es diagnosticar los otros trastornos que acompañan a las alteraciones sensoriales.
Los niños pequeños con problemas para procesar la información sensorial se tapan los oídos cuando suena un timbre o escuchan voces muy altas, mastican o chupan objetos no comestibles, o se hamacan en las sillas.
Los niños con distintos trastornos del desarrollo, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la ansiedad y los desórdenes del espectro autista, tendrían ese tipo de síntomas, según las guías publicadas en la revista Pediatrics.
Pero las alteraciones sensoriales no aparecen solas, según indica la Dra. Zimmer.
No hay estudios publicados que demuestren que existe algo así como el diagnóstico de un trastorno del procesamiento de la información sensorial exclusivamente
Por eso, las recomendaciones para los pediatras instan a no utilizar el trastorno del procesamiento de la información sensorial como diagnóstico y promueven la evaluación de los niños para detectar los trastornos del desarrollo que subyacen.