Utilizar platos más pequeños puede ayudar a reducir la obesidad infantil, según sugiere un nuevo estudio realizado por el Dr. Brian Ven Ittersum, profesor de economía conductual en la Universidad de Cornell en EUA.
En su primer experimento, el Dr. Brian Ven Ittersum y su grupo de investigadores sirvieron platos de 8 y de 16 onzas a 69 niños en edad preescolar, después los adultos sirvieron a los niños cereales y leche en incrementos hasta que los niños dijeron que tenían suficiente. Los niños con los platos más grandes pidieron un 87% más de cereales y leche.
Un segundo experimento contó con 18 estudiantes de escuela primaria a quienes les dieron platos más grandes o más pequeños. Se incrustaron balanzas secretas en las mesas para pesar lo que se servía a cada niño y para determinar cuánto comieron. Los que tenían platos más grandes pidieron un 69% más de cereales y leche, y comieron un 52% más que los que tenían platos más pequeños.
Los platos más grandes hacen que los niños pidan casi el doble de comida, lo que lleva a un aumento en la ingesta diaria, además de un mayor desperdicio de comida.
Si nos basamos en estos hallazgos, usar un plato más pequeño para los niños puede ser una solución simple para los padres que estén preocupados por la ingesta calórica de sus niños.Los resultados del estudio se publicaron en la revista Journal of Pediatrics.
Fuente: Cornell University
